RRHH Digital Las empresas en busca de la máxima productividad deberían invertir en primer lugar en el bienestar de sus empleados, según se desprende de un estudio elaborado por la compañía líder en productos de higiene Kimberly-Clark Professional.
Según este informe, las empresas pierden en España unos 2100 millones de euros al año en costes directos a causa del absentismo laboral, y hasta 64.000 millones de euros en costes indirectos.
Como ha afirmado en numerosas ocasiones la Agencia Europea por la Seguridad y Salud en el Trabajo, las razones para apostar por la salud de los empleados, además, lejos de encontrarse en un plano estrictamente ético, tienen un fuerte componente económico. Así, la salud y el bienestar del trabajador debe considerarse como un objetivo de negocio. Un trabajador sano no sólo falta menos al trabajo sino que está más motivado y se siente más satisfecho, por lo que trabaja más y mejor.
Las presiones de la coyuntura económica fuerzan a muchas empresas a reducir la inversión en higiene y limpieza, lo que supone un error a la vista de los datos del estudio. Los retornos financieros de la inversión en salud son muy elevados, ya que el coste que supone la recuperación de un empleado enfermo es mucho mayor que lo que supone la promoción de hábitos saludables que prevengan patologías “de oficina” como gripes, resfriados, infecciones… que se contagian en las propias empresas en un 45%. El beneficio de invertir en crear un lugar de trabajo saludable previene tanto el absentismo laboral como el presentismo, tan perjudicial como aquél, una práctica por la cual el trabajador enfermo acude a la oficina, provocando en numerosas ocasiones contagios en el resto de la plantilla.
“Velar por el bienestar del capital humano de una compañía está directamente relacionado con los resultados de la misma. Gracias al estudio que hemos realizado descubrimos cómo los empleados que trabajaban en un entorno en el que se cuidaba la higiene y salubridad estaban más satisfechos con sus jefes. Un 55% de los trabajadores donde se implantaron programas de bienestar específicos se sentía más productivo y hasta un 62% creía haber enfermado menos”, declara Adriana Di Ippolito, responsable de trade marketing Iberia en Kimberly-Clark Professional.
La multinacional ha impulsado en los cinco continentes un proyecto con el objetivo de crear lo que denomina “lugares de trabajo excepcionales” mediante la promoción de una cultura de higiene entre los empleados de compañías o alumnos de centros educativos. El programa, “The Healthy Workplace Project”, promueve la implantación de medidas sencillas de prevención, como el lavado de manos o la higienización de las herramientas de trabajo, como teléfonos, teclados de ordenador o fotocopiadoras, que acumulan en su superficie grandes cantidades de gérmenes y virus.
La ausencia de esos protocolos de higiene básicos favorece el contagio de gripes y resfriados entre los empleados y el aumento de superficies contaminadas por virus. Los primeros resultados del proyecto en las empresas en las que se ha implantado han demostrado que tomar las medidas adecuadas de limpieza e higiene en la empresa permite reducir hasta en un 80 por ciento la probabilidad de infección por resfriado común y gripe.
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