La crisis no debe mermar las políticas de RSC en las empresas

RRHH Digital Las políticas de Responsabilidad Social Corporativa en las empresas están sufriendo los efectos de la crisis económica que atraviesa el país. Esto ha provocado que el protagonismo de estas políticas en las compañías se vean comprometidas.

Para conocer estos detalles y otros puntos de vista en RRHH Digital hemos querido ponernos en contacto con algunos especialistas en la materia.

En primer lugar quisimos conocer ¿Hacia dónde va la RSC?

Sergio García de Pablo, Responsable de RSC en Cetelem, comentó que “cuando hablamos de Responsabilidad Social ya no nos referimos únicamente a actividades medioambientales o a iniciativas que involucran a los empleados como el voluntariado corporativo. Ahora, la RSC está cada vez más presente en la definición de los valores y de la estrategia de las compañías, ese es el lugar que le corresponde”.

Por su parte, Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, subrayó que ”según una reciente encuesta que desde la Fundación Adecco hemos realizado a 250 directivos, la Responsabilidad Corporativa es un valor en alza: más de la mitad de los directivos considera que se verá reforzada en 2013 como parte de la estrategia para sortear la crisis y generar empleo en el medio-largo plazo. No es que la RC sea una varita mágica que obre milagros de la noche al día, pero sí tiene consecuencias colaterales de gran importancia como la apertura hacia nuevos mercados con su consiguiente captación de clientes, la mejora de la relación con todos los grupos de interés o el incremento del orgullo de pertenencia. Factores que se traducen en una mayor productividad y, a la larga, en la creación de nuevos puestos de trabajo.”

Además, añadió que “sin embargo, esto aún no está claro en la totalidad del tejido empresarial, ya que en ocasiones sigue identificándose con gastos y no con ingresos o con marketing en lugar de con verdadero compromiso. El tiempo dejará claro el verdadero papel de la RC como elemento que se traduce en valor y en buenos resultados”.

Por último, Jesús Núñez, director de Responsabilidad Social Corporativa del Grupo Mahou-San Miguel destacó que “entre los principales retos a los que se enfrenta hoy día la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) son, entre otros, los siguientes enumeró Jesús”:

–    La RSC tiene sentido si está integrada en la estrategia de la Empresa, no tanto como un departamento que organiza la acción social de la misma. Si no es así, no tiene futuro.
–    Todo lo que planteemos desde RSC debe hacerse para crear, proteger o demostrar los valores de la Compañía.
–    Debe garantizarse que la RSC se extiende a toda la cadena de valor de la organización.
–    Tiene que ser coherente, no pedir ni comunicar nada que no se esté haciendo.
–    Posicionarse en el primer nivel directivo para poder influir y estar presente en la toma de decisiones.
–    Apoyarse en el diálogo con los grupos de interés gestionando proyectos colaborativos con ellos y dando respuesta a sus inquietudes y sus necesidades.
–    Reporte integrado de la triple cuenta de resultados.
–    Innovar continuamente.

La segunda cuestión que pusimos sobre la mesa fue si ¿considera  mantener las políticas de RSC en las compañías?

Sergio García de Pablo indicó que “demandamos a las empresas que además de mantener un compromiso con sus colaboradores, lo hagan también con el medioambiente, proveedores, clientes y con toda la sociedad en general. Cada vez son más el número de compañías que comprueban la relación entre la inversión en RSC y la mejora de resultados, mientras viven un crecimiento sostenible. No se trata exclusivamente de la mejora de su reputación, hablamos de un aumento de la satisfacción de todos los públicos con los que la organización se relaciona”.

Francisco Mesonero reseñó que “es fundamental. Ahora más que nunca. En parte, la crisis que estamos atravesando ha sido provocada por una mentalidad que busca el beneficio exagerado a corto plazo. Dicho de otro modo, una mentalidad no responsable. Afortunadamente, la mayoría de las empresas son conscientes de que la RC es el mejor aliado, y el más estratégico, para evitar los errores del pasado y superar esta difícil situación”.

Jesús Núñez resaltó que “absolutamente. De hecho, no creo que sea una alternativa real responder lo contrario. ¿Algún empresario respondería que no a la pregunta? ¿Le gustaría a usted tener una empresa con mejor nombre, mejor considerada por sus grupos de interés, expuesta a menos riesgos, innovadora? Evidentemente responderían que sí y en esto consiste la RSC. Si está bien integrada en la manera de hacer negocios, es rentable y se obtienen beneficios de la misma, en ocasiones intangibles (diferenciación, reputación, compromiso de sus empleados, atracción de futuros empleados, etc.) y, en otros casos, tangibles (reducción de costes, mejor gestión de riesgos, eficiencia, etc.)”

Por último, quisimos conocer ¿Cómo está afectando la crisis a las políticas de RSC?

Sergio García de Pablo comentó que “la crisis evidencia la necesidad de seguir trabajando en la implementación de políticas de Responsabilidad Social.  El objetivo es reforzar ese compromiso de la empresa con todos sus grupos de interés escuchándoles e incorporándoles en el germen de su actividad”.

Mientras tanto Francisco Mesonero reseñó que “aún  existe cierta confusión en este plano, ya que algunas organizaciones siguen asociando RC con cuentas de resultados saneadas. Partiendo de esta premisa, la crisis  económica estaría poniendo en peligro la RC. No obstante, hay que matizar que las organizaciones pueden adoptar comportamientos responsables a coste cero, como apostar por procesos de selección transparentes o fomentar la satisfacción de la plantilla a través del reconocimiento. Así pues, en aquellas organizaciones en las que la RC está integrada como un elemento transversal, la crisis está reforzando la RC. Por el contrario, si una empresa frena su RC por la situación económica, es debido al desconocimiento y a una inadecuada política de Responsabilidad Corporativa”.

Para terminar, Jesús Núñez apuntó que “por un lado estarían aquellas empresas que no creían firmemente en la RSC y no la tenían incluida en la estrategia, sino que la podían emplear para acciones de greenwashing o simplemente respondiendo a motivaciones filantrópicas o altruistas de sus dueños o dirigentes, que dejan de dedicar recursos a la misma, y acaban por abandonarla.

En cambio, por otro lado, están las que sí creen y continúan con sus proyectos, ya que obtienen retornos de los mismos, como he explicado anteriormente. Ponen en marcha iniciativas colaborativas y alianzas con Grupos de interés, ONGS y sector público que van a ir in crescendo cada día”.

Y terminó de indicar que “no obstante, corremos el serio peligro de que los consumidores en España, al contrario de lo que sucede en algunos países, como por ejemplo los nórdicos, continúen por la senda de la compra por precio, con independencia del modo en que se ha fabricado el  producto, cómo se comercializa, las condiciones de los trabajadores que han participado en la elaboración, los aspectos medioambientales, etc. La educación y sensibilización de los consumidores es un reto, porque si ellos no diferencian con su decisión de compra, muchas empresas se pueden llegar cuestionar todos estos esfuerzos”.