RRHH Digital Las microempresas en España representan el 94% del tejido empresarial, emplean a un porcentaje mucho mayor de trabajadores y producen más valor añadido que otro tipo de organizaciones como son las PYMES, de acuerdo con datos recientes de la Comisión Europea.
En este sentido, su capacidad para desarrollar nuevos productos es esencial para mejorar la competitividad de nuestro sistema productivo. Y son factores internos como la formación específica de los empleados, la edad y la experiencia del empresario, el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), o la puesta en marcha de acciones de Responsabilidad Social, los que determinan la innovación de las microempresas en nuestro país.
Éstas son las principales conclusiones del estudio “Factores determinantes de la innovación en las microempresas españolas: La importancia de los factores internos”, elaborado por los profesores Manuel Platero Jaime, de la Universidad Europea de Madrid, Sonia Benito Hernández, de la Universidad Politécnica de Madrid, y Antonio Rodríguez Duarte, de la Universidad Complutense de Madrid. La investigación se basa en el estudio de diferentes modelos empresariales y toma como muestra un total de 148 empresas de menos de 10 empleados.
Los autores concluyen que en estas microempresas son los factores internos los que propician la decisión de innovar por parte de su responsable, mientras que en el caso de grandes compañías como las multinacionales, son los factores externos, que tienen que ver más con el mercado y el propio sector, los que determinan el desarrollo de nuevos productos.
A partir de esta conclusión, el estudio apunta una serie de recomendaciones para que las microempresas españolas mejoren la probabilidad de éxito de sus innovaciones, se modernicen e incrementen su competitividad. En primer lugar se habla de la utilización de las TIC, que tal y como señala Manuel Platero, investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Europea de Madrid, “permiten ahorrar costes y mejorar la imagen de las compañías al tiempo que mejoran la calidad de sus procesos de gestión”.
Un segundo factor a tener en cuenta es la puesta en marcha de acciones de Responsabilidad Social, que traen consigo una mejora en las relaciones con sus agentes internos y externos, entre ellos sus trabajadores, proveedores y clientes. Además, la contratación de personal joven y dinámico puede favorecer este proceso innovador, ya que éstos aportan nuevas ideas cercanas a la realidad. “La experiencia de la empresa en el sector es otro factor a considerar junto con la formación específica del personal para fomentar la mejor utilización de los recursos, la pertenencia a redes, las estrategias de colaboración y la diversificación para abrir nuevas vías de negocio y oportunidades”, concluye Platero Jaime.
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