RRHH Digital A Ismael Teijón lo de emprender corre por sus venas. La sonrisa con la que lo cuenta lo confirma. «He tenido ese gen dentro desde pequeño», dice. Pero montar una empresa, concepto tal y como lo conocemos, con sus burocracias y financiaciones, lo hizo hace cuatro años.
«Cuando decidí dar el paso lo enfoqué a lo que sabía. Soy ingeniero informático y monté con un amigo una empresa de desarrollo tecnológico», explica. Unos inicios, los de Genializa, complicados, llenos de ilusión pero también de impagos. Esto les hizo cambiar el modelo para, dice, adaptarse a las necesidades y a la demanda del mercado.
«Poco a poco nos metimos en las redes sociales y en los eventos 2.0, encuentros profesionales donde debatimos y hacemos networking, algo muy enriquecedor. Detectamos que había oportunidades y huecos por cubrir», comenta. Así que hace menos de un año dieron ese volantazo fichando equipo «con gente muy posicionada y de distintos perfiles». «Hemos hecho un proyecto ambicioso, una agencia de comunicación y desarrollo digital para ayudar a las empresas con lo que les pueden aportar las nuevas tecnologías, uniendo creatividad con estrategia», dice.
Entre las cinco primeras
Esa ambición se traduce en un objetivo: situarse en un año entre las cinco agencias digitales de referencia. «Queremos jugar en primera con un equipo lleno de talento, gente multidisciplinar, expertos en tecnología, comunicación, negocios… lo que pasa es que no tenemos el background de otros?, reconoce. El equipo está formado por unas 12 personas entre colaboradores y gente interna. La última iniciativa, dentro de su estrategia de diversificación del negocio, se llama Eventop, para los encuentros 2.0 que Teijón mencionaba con anterioridad. Una actividad que genera sinergias empresariales: «Colaboramos conjuntamente, asesoramos desde Genializa y con Eventop aportamos la creatividad que necesitan los clientes».
La columna vertebral de este nuevo rumbo son las redes sociales, de las que Teijón se muestra como ferviente admirador. «Han supuesto un cambio en las redes del juego, tanto para la empresas, para los gobiernos y para las personas. Creo que suponen un cambio a la altura de la Revolución Industrial. Todos vamos a tener que entrar en este juego», explica. Para una empresa lo más importante es la imagen, insiste, y antes la comunicación era unidireccional, pero ahora la opinión está en el público. Las pequeñas empresas lo tienen más difícil porque no tienen experiencia ni pueden pagar a expertos. «Hay negocios que pueden vivir sin las redes sociales, pero los que lo hagan van a tener ventaja con respecto a sus competidores», declara.
La tecnología, dice, les ayuda mucho. «Normalmente estamos dos o tres personas en la oficina, el resto colaboramos con distintas herramientas», dice. Tecnología como la del dispositivo HP Officejet Pro 8600 que acaban de probar. «Es un producto muy interesante, la velocidad con al que imprime, la doble cara, el escaneo, la facilidad para imprimir desde el teléfono…», comenta.
Y una anécdota: «Informé al equipo de que teníamos nueva impresora. Mandé un correo, estaba solo en la oficina. ¡Estuvo toda la mañana imprimiendo! Y a pesar de todo no se gastó el consumible», dice. Eficiencia que demuestra el 50 por ciento de ahorro en coste por página y consumo de energía.
Los comentarios están cerrados.