RRHH Digital En un entorno laboral marcado por una fuerte crisis económica, se hace necesario atraer y conservar a los mejores trabajadores en las empresas para ser más competitivos y para ello, los entornos de trabajo juegan un papel fundamental.
Crear un espacio que atraiga a todas las generaciones que confluyen en una compañía y ayudar a que se impliquen en su trabajo no es ya algo opcional, sino una verdadera necesidad. Esta es la principal conclusión que se ha alcanzado en una jornada de trabajo organizada por la empresa Steelcase (líder en el equipamiento y optimización de espacios de trabajo) y PeopleMatters (consultora en Gestión de Capital Humano), y que ha reunido a responsables de RRHH y de Comunicación Interna de ING Direct, BBVA y Microsoft, quienes han relatado su experiencia sobre cómo el espacio de trabajo les ha ayudado a atraer y retener el talento en sus empresas.
Cuanta más crisis, menos personas y con menos personas, será más necesario que éstas posean mayor talento. Para atraer y retener a los empleados es necesario proporcionarles un entorno de trabajo que responda a sus necesidades, que les inspire y que les motive en su compromiso con la organización; pero ¿cómo conseguirlo?
1. Los espacios de trabajo deben adaptarse al mapa sociológico de las empresas. Según Alfonso Jiménez, socio director de PeopleMatters, en una misma compañía conviven tres generaciones diferentes: los baby bommers –personas nacidas antes de 1960-, la generación X –formada por personas nacidas en las décadas de los 60 y los 70- y la generación Y –los nacidos en los 80 en adelante-.
Los nuevos comportamientos de los trabajadores de la generación Y están produciendo cambios radicales en el trabajo del conocimiento (utilizan Internet y los móviles como herramientas básicas de su trabajo; son creativos, decididos e inquisitivos; prefieren organizaciones planas a las jerárquicas y valoran la acción y la carrera rápida frente a las horas interminables en la oficina). “Esta generación, apunta Alfonso Jiménez, está creando un nuevo conjunto de requerimientos para cualquier compañía que quiera competir por conseguir talento por lo que es sólo cuestión de tiempo que las empresas adapten sus espacios de trabajo a las exigencias que marca esta generación”.
2. Fuerte implantación de la tecnología. La tecnología está cambiando las reglas del juego permitiendo nuevas formas de trabajo más flexibles, móviles, autónomas y colaborativas.
La tecnología aporta libertad a los trabajadores para elegir dónde y cuándo desean trabajar, permitiendo una mayor conciliación de la vida personal y profesional. Según Iñaki Lozano, managing director de BICG, “los empleados cada vez valoran más la libertad de elegir dónde trabajar en función de sus necesidades. Las empresas que entienden y adaptan rápidamente estos patrones de cambio en sus espacios de trabajo sobresalen por obtener mejores resultados”. A juicio de Lozano, “no sólo se concilia mejor, sino que además, los empleados son más productivos, se producen menos bajas laborales, se reducen los costes en metros cuadrados y se fideliza al trabajador”.
La misma tesis es sostenida por empresas punteras como Microsoft. Así Fernando Carneros, Real Estate & Facility Manager de Microsoft España y Portugal, mantiene que la oficina debe ser flexible, entendiendo por tal, que el espacio de trabajo debe contribuir a la libertad del trabajador para que sea él, en función de su trabajo y su forma de trabajar, el que opte por el teletrabajo. “En Microsoft, incluso, vamos más allá, los trabajadores tienen libertad para elegir donde sentarse en función de las tareas o el estado de ánimo, las mesas no están asignadas y potenciamos los entornos informales y abiertos. Todo esto contribuye a que Microsoft haya sido elegido como Best Place to Work en varias ocasiones y eso es retención del talento”, sostiene Carneros.
3. Los espacios de trabajo deben evolucionar hacia espacios más abiertos e informales que favorecen el trabajo creativo y colaborador. Ésta es una de las principales tendencias que está imperando en las empresas. Para Gloria Lamas, directora del proyecto Nueva Sede Corporativa en RRHH BBVA, “la oficina debe permitir la realización de una rápida transición del trabajo individual al trabajo en colaboración o en grupo”. Para ello, la oficina debe proporcionar al trabajador espacios adaptados al nivel de concentración, aislamiento o confidencialidad que requiera el trabajo en cada momento, y en el sentido opuesto, debe proveerle también de espacios de colaboración en un entorno informal. “Cada día es más habitual que surjan reuniones de trabajo en las cafeterías, pasillos o áreas de descanso de una empresa, por eso, las empresas deben dar rienda suelta a esas interacciones espontáneas e informales y proveer a los empleados de todo lo necesario para que éstas resulten lo más productivas posible”, reconoce Fernando Córdoba, director de RRHH y Comunicación Interna de ING Direct.
4. Los espacios de trabajo deben inspirar y motivar al trabajador. Gran parte de nuestro tiempo lo pasamos en la oficina, por eso, el espacio de trabajo debe satisfacer al trabajador proporcionándole elementos de diversión que ayuden a los trabajadores a ser más felices. Así, por ejemplo, en empresas como en ING Direct existen jardines en los que descansar, pistas de pádel, máquinas expendedoras con los últimos estrenos de películas para llevar a casa… En otras como en Google, los trabajadores pueden relajarse con una siesta en zonas expresamente indicadas para ello, pueden distraerse con un videojuego o desplazarse entre los edificios en bicicleta.
5. Los espacios deben evolucionar hacia entornos más planos en los que las jerarquías queden más disipadas. En el pasado, las organizaciones asignaban los despachos privados basándose en la jerarquía. Hoy, muchas organizaciones toman esta decisión basándose en la función del puesto y las necesidades del trabajador. El despacho privado no va a desaparece, pero se rediseña para dar soporte al tipo de trabajo que se realiza en su interior.
De esta forma, no sólo se consigue romper la barrera entre jefe-empleado para hacer que la relación sea más transparente y flexible, sino que se optimiza el espacio aprovechando los metros cuadrados que anteriormente podían quedar desaprovechados en un despacho, para otras actividades.
A juicio de Alejandro Pociña, presidente de AF Steelcase, sin ninguna duda, aquellas empresas que adopten este tipo de prácticas en sus espacios de trabajo tendrán más posibilidades de retener el talento que otras y es sólo cuestión de tiempo que las organizaciones evolucionen hacia esta nueva concepción del modelo de trabajo.
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