RRHH Digital El presidente de la patronal vasca, Miguel Ángel Lujua, pide que se «apoye y reconozca» a los «miles de empresarios que siguen apostando con ahínco por mantener vivas sus empresas» porque «si a las empresas les va mal, nos va mal a todos». En un artículo publicado en su blog personal, Lujua señala que, «si algo está poniendo sobre todo de manifiesto esta crisis es que cuando a las empresas les va mal, nos va mal a todos».
En ese sentido, añade que, «si bien factores como el déficit, la prima de riesgo, los problemas financieros o los del entramado público-institucional copan cada día los titulares, situando en términos macroeconómicos nuestros problemas y sus soluciones, la realidad aguas abajo, la del día a día, la que más se siente evidencia claramente de qué manera la grave situación de la economía real determina nuestra vida».
En su blog personal dedica una mención expresa a los pequeños empresarios
El máximo responsable de la patronal vasca dice que «el cierre de empresas, de comercios, de talleres y locales, la pérdida de referentes industriales que han marcado nuestra historia, la paralización de obras públicas y privadas, las protestas en la calle nos devuelven a la imagen de quienes ven cómo la falta de actividad, de financiación y de ayuda destruye un proyecto empresarial forjado de la nada con muchos años de tesón, esfuerzo y sacrificio».
Asimismo, agrega, «nos devuelve la de quienes por esta causa están perdiendo su empleo sin casi además expectativas de reincorporación laboral, la de los jóvenes que buscan lejos oportunidades que aquí no encuentran ni siquiera con una formación excelente, la de las familias que van engrosando las filas de la pobreza, la drástica reducción de la actividad económica, la inversión y el consumo que todo ello trae consigo».
Lujua afirma que, «hoy más que nunca, nos damos cuenta de que de las empresas, de que éstas sobrevivan, se desarrollen y sean competitivas, de que puedan aportar crecimiento, empleo e ingresos públicos depende el sostén del todo el edificio en el que habitamos».
Según mantiene, las empresas son «los cimientos sobre los que hemos construido nuestra sociedad, nuestro bienestar y la fuente que nos nutre de recursos con los que mantenerlos, las únicas que crean riqueza y de las que a la postre va a depender que superemos la dramática situación en que nos encontramos». Por ello, advierte de que «si ellas se tambalean lo hacen también muchas de las cosas que consideramos importantes». A su entender, «ha llegado el momento de que la sociedad apoye y reconozca a esos miles de empresarios, casi todos ellos pequeños, que, pese a todo, siguen apostando con ahínco por mantener vivas sus empresas en un mercado cada día más exigente, competitivo y global».
Lujua añade que «mientras seguimos aguardando a que se resuelvan definitivamente las cuestiones macroeconómicas, y ya van cuatro años, mientras se toman en otros ámbitos las decisiones que van a condicionar nuestro futuro, mientras se generan confianza y expectativas, da profunda tristeza ver cómo nos vamos quedando sin presente, con una economía productiva que pese a hacer aguas debe seguir luchando día a día a contracorriente para mantenerse, para conservar las empresas, la actividad y sus puestos de trabajo al tiempo que espera pacientemente a que alguien le eche un flotador. Hasta cuándo?», concluye.
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