RRHH Digital El número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) autorizados por las autoridades laborales o comunicados a las mismas (con la reforma laboral del Gobierno, en vigor desde el pasado 12 de febrero, ya no hace falta autorización) aumentó un 55,3% en los siete primeros meses del año en comparación con el mismo periodo de 2011.
En concreto, un total de 271.835 trabajadores se vieron afectados por un ERE hasta julio, en contraste con los 174.964 trabajadores que estuvieron implicados en una regulación de empleo durante los siete primeros meses de 2011, según los datos que constan en el Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Empleo recogidos por Europa Press.
Hasta julio, los expedientes de regulación de empleo autorizados/comunicados aumentaron un 72,4% en comparación con el mismo periodo de 2011, hasta sumar 19.879, frente a los 11.529 de los siete primeros meses del año pasado.
Los ERE en los que se alegaron causas económicas (problemas de tesorería o financiación, restricción de contratos, quiebra, deudas o suspensión de pagos, baja productividad o aplicación de medidas económicas) se dispararon un 111% en los siete primeros meses en relación al mismo periodo de 2011, hasta sumar 14.220 expedientes, el 71% del total de expedientes registrados en el periodo.
Por causas técnicas se autorizaron 175 expedientes hasta julio, un 27,9% menos que en el mismo periodo de 2011, mientras que por causas organizativas o de producción se registraron 5.221 expedientes, con un crecimiento interanual del 22,2%. Por fuerza mayor hubo 226 ERE, un 18,4% menos que en los siete primeros meses de 2011.
La principal novedad introducida en la reforma del mercado de trabajo en relación a los ERE es la eliminación de la autorización administrativa anteriormente exigida para proceder a la realización de despidos colectivos o de medidas de suspensión de contrato o reducción de jornada por parte del empresario.
No obstante, la nueva regulación mantiene la necesidad de que se realice un periodo de consultas con los representantes de los trabajadores, al tiempo que se establece la intervención de la autoridad laboral para garantizar la efectividad de dicho periodo de consultas, pero sin tener ésta carácter decisorio.
La decisión última será, pues, la del empresario, y como en el caso de los despidos individuales, si no se está de acuerdo, los trabajadores tendrán que impugnarla por la vía judicial.
LOS ERE NO PACTADOS SE INCREMENTAN UN 92%
Del total de expedientes autorizados/comunicados hasta julio, 17.915 fueron pactados con los representantes de los trabajadores, un 70,5% más, mientras que los no pactados se incrementaron un 92,1%, hasta sumar 1.964 expedientes. Los ERE pactados afectaron a 238.543 trabajadores, un 50,3% más, en tanto que los no pactados englobaron a 69.510 trabajadores, cifra que duplica la registrada en igual periodo de 2011.
Los ERE de extinción (despidos colectivos) se incrementaron un 30,6% entre enero y julio, hasta sumar 3.075 expedientes, mientras que los de suspensión temporal de empleo aumentaron un 73,8%, hasta los 9.313, y los ERE de reducción de jornada crecieron un 96,1%, situándose en 7.491 expedientes.
Los trabajadores afectados por despidos colectivos aumentaron un 18% en los siete primeros meses del año y sumaron 43.337, en tanto que los trabajadores suspendidos de empleo se dispararon un 75%, hasta totalizar 173.709. Por último, los trabajadores afectados por ERE de reducción de jornada sumaron 54.789, con un crecimiento del 40,5% respecto al mismo periodo de 2011.
La mayor parte de los trabajadores que se vieron inmersos en un ERE durante los siete primeros meses desempeñaba su actividad en la industria (146.222, casi un 50% que en igual periodo de 2011) y los servicios (93.825, +70,5%). En la construcción, los afectados ascendían a 29.636 (+45,1%) y en la agricultura, a 2.152 (+15,9%).
Los comentarios están cerrados.