RRHH Digital Formica S.A. ha comunicado este lunes al comité de empresa y presentado ante la autoridad laboral la solicitud de un ERE de extinción que afecta a 170 de los 205 trabajadores de su planta en Galdácano (Vizcaya).RRHH
Según ha informado la empresa, el planteamiento del cese de la actividad productiva en Galdácano -algunas funciones administrativas se mantendrán- responde a «necesidad forzosa de la compañía de reestructurar su capacidad productiva en base a la demanda del mercado, manteniendo la planta de Valencia como único punto de fabricación en España». En la documentación presentada se recoge la posible recolocación de algunos trabajadores de Galdácano en otras plantas de la Compañía.
El presidente de Formica Group en Europa, Richard Pollington, ha reconocido que «se trata de un momento difícil para los trabajadores y sus familias». «La planta de Galdácano ha sido una parte importante del Grupo Formica durante 66 años y su contribución en todo este tiempo ha sido muy significativa desde el punto de vista de la producción y la innovación, influyendo en el conjunto de la Compañía. Sin embargo, la dramática y sostenida caída del mercado español nos fuerza a proceder a su cierre», ha añadido.
Según la compañía, «la difícil medida adoptada se explica por el exceso de capacidad productiva en España», ya que el Grupo Formica tiene cuatro plantas especializadas en la producción de laminado de alta presión, de las cuales dos se encuentran en España. El grupo mantiene que el cierre de una de ellas «permitirá una reducción de costes y seguir manteniendo una presencia importante en el mercado».
Por otro lado, ha indicado que la medida también se justifica en base al descenso de la demanda, ya que las plantas de Valencia y Bilbao representan en conjunto en torno al 40% del total de la capacidad productiva europea y, sin embargo, España representa en la actualidad sólo el 14% de la demanda total europea.
Además, ha alegado que desde 2008 las ventas de Formica S.A. se han reducido en más de un tercio (más del 50% en el caso de las ventas en el mercado español), así como «graves pérdidas económicas, ya que en los últimos cuatro años Formica S.A. acumula pérdidas EBIT de más de 25 millones de euros».
Por último, ha explicado que la decisión de concentrar la producción en Valencia responde a «la mayor eficiencia y menores costes de dicha planta, que también emplea un número mayor de trabajadores».
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