RRHH Digital La Federación Española de Natación (RFEN), a través de su presidente, Fernando Carpena, ha comunicado este jueves a la seleccionadora española de natación sincronizada, Anna Tarrés, que no renueva su contrato de cara al próximo ciclo olímpico y que prescinde de sus servicios. El despido se llevó a cabo mediante una conversación telefónica. Previamente, Carpena había llamado a la líder natural del equipo de sincronizada, Andrea Fuentes, para comunicarle su decisión, que dejó estupefacta a la catalana.
No hay argumentos deportivos en este cese, puesto que la sincro española acaba de lograr en los Juegos de Londres dos medallas olímpicas, una plata en dúo y un bronce en equipos, con un conjunto renovado repleto de debutantes. Tampoco hay borrones en la carrera de Tarrés, que desde que asumió el cargo de seleccionadora nacional en 1997 ha acumulado cuatro medallas olímpicas, 25 mundiales y 25 europeas; hasta que ella llegó al cargo, España no pintaba nada en el concierto internacional de este deporte y hoy es, junto a Rusia y China, el gran referente.
Según pudo saber Mundo Deportivo, Carpena sólo argumentó ante Tarrés que había llegado la hora de «crear sinergias diferentes», que como excusa no tiene ni peso ni significado concreto. Es más: parece cuando menos arriesgado decapitar a la mente más inquieta e imaginativa de la sincronizada mundial si tenemos en cuenta que estamos a menos de un año vista del Campeonato del Mundo que albergará Barcelona el próximo verano.
La raíz del desencuentro de Carpena con Tarrés nada tiene que ver con su intachable rendimiento deportivo, entrando en el terreno más personal con una franca incompatibilidad de carácteres. Carpena también ha tenido previamente rifirrafes personales con la propia Andrea Fuentes.
Anna Tarrés recibió la noticia mientras se encontraba de vacaciones en Extremadura, y sus primeras llamadas para comunicar la noticia fueron a su asistente, Beth Fernández, y a su capitana, Andrea. Posteriormente quiso hablar con todas y cada una de las chicas que dirige para referirles su despido de manera personal.
La trayectoria de Tarrés la ha convertido en una de las entrenadoras más respetadas de la sincro mundial. Trabajadora obsesiva, exigente, perfeccionista e innovadora, sabe sacar el máximo rendimiento de sus discípulas, que soportan una tremenda carga de trabajo porque saben que es el único modo de permanecer en la élite. Anna siempre se ha rodeado de diseñadores industriales, compositores, coreógrafos y técnicos de diversa índole en su constante búsqueda del ejercicio perfecto.
Aunque no ha trascendido nada al respecto, una seria candidata a sustituir a Tarrés en el cargo es Ana Montero, nadadora que estuvo bajo su disciplina y que hoy es coordinadora técnica de la Federación Española.
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