Recursos Humanos Digital El presidente de la asociación los escoltas vascos y navarros, Santiago Fontenla, advierte de que los efectivos afectados por la reducción de servicios de protección «se quedarán en la cuneta y muy pocos serán los que cubran los trabajos» en los servicios de vigilancia de prisiones, pese a «lo prometido» por las instituciones.
En un comunicado, ha explicado que, meses después de «los gravísimos recortes» de servicios de protección en el País Vasco y Navarra, los cerca de 3.000 escoltas que «engrosaron las listas del paro después de años de servicio» aún esperan que «se cumpla con lo prometido» y sean recolocados en los servicios de vigilancia de las prisiones.
En este sentido, ha asegurado que, en la última reunión con el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, les aseguró que los escoltas «serían los primeros» en cubrir los puestos de trabajo generados por la vigilancia de prisiones y otros edificios públicos, pero, «a día de hoy, todo parece indicar que los escoltas quedarán en la cuneta y muy pocos serán los que cubran estos trabajos».
«Todo ha quedado en manos de las empresas, que serán las que de forma arbitraria cubran esos trabajos en prisiones, dejando en la cuneta a miles de escoltas que trabajaron durante muchos años en el País Vasco y Navarra», ha insistido.
En este sentido, ha expresado su temor de que los escoltas sean «otra vez víctimas de cambalaches y acuerdos entre empresas, administración y sindicatos», pese a que al compromiso alcanzado para ocupar estos puestos, «entre otras cosas, por nuestra profesionalidad y la palpable demostración de nuestra capacidad de servicio demostrada en Euskadi y Navarra en los peores tiempos del terrorismo».
Ante esta situación, ha anunciado que los escoltas vascos y navarros realizarán una nueva rueda de contactos para «recordar lo prometido a las instituciones» e intentar «reconducir» su situación laboral.
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