Recursos Humanos Digital Playa por ciudad, paseos al aire libre por estar sentado 8 horas entre las paredes de la oficina, libertad de horarios por rutina, son cambios drásticos que se dan tras el periodo vacacional y que pueden hacer caer en lo que se conoce como depresión o síndrome postvacacional. La clave está en establecer un plan para evitarlo en los diferentes ámbitos de la vida personal y profesional. Miguel J. Roldán, uno de los Coach más reconocidos y Presidente de The International School of Coaching establece cuáles son los pasos a seguir para no caer en la temida depresión tras las vacaciones.
En la vida laboral: no intentar abarcar todo lo pendiente a la vez
En la vuelta al trabajo es esencial pensar que es imposible abarcar todo lo que ha podido quedar pendiente. Esto origina un estado de estrés. Así, lo ideal es priorizar las tareas. Por otro lado, es importante retomar de un modo gradual las relaciones con los compañeros. Así, Roldán afirma “realizar una reunión informal inicial donde poder hablar de lo que hemos hecho y disfrutado, conocer lo que ha pasado en nuestra ausencia, y poner encima de la mesa aquellos asuntos que tenemos que ir tratando en los próximos días, es muy positivo”.
En la vida familiar: ejercicio de reflexión sobre el periodo vacacional
A la hora de retomar las clases, tanto los niños como los padres pueden sufrir la depresión postvacacional. Por eso, es importante y recomendable “realizar con los niños una actividad previa donde en una libreta puedan ellos mismos explicar mediante fotos, textos o dibujos dónde han estado, qué actividades han hecho,… para que tengan ganas de llevarlo al cole, enseñarlo y compartirlo con amigos, compañeros y profesores”, comenta Roldán. Asimismo, los padres deberán explicar a sus hijos la importancia del estudio para la vida y “que las vacaciones nos ayudan a recargar energía para después seguir estudiando”.
En la vida personal: buscar un reto
Lo primero que hay que pensar es, tal y como sostiene Roldán, es que la vuelta a casa no tiene por qué significar necesariamente el fin de nuestro ocio. Por este motivo, “en nuestros ratos libres podemos hacer actividades baratas e incluso gratis si nuestra economía está más mermada después de las vacaciones: hacer deporte, salir a pasear, quedar en casa de unos amigos, leer un libro, asistir a algún acto cultural del municipio, etc”. Por otro lado, es muy interesante, para poder mantener la motivación y la vitalidad, buscar un reto personal, “puede ser desde correr la próxima maratón si te gusta el deporte, crear un blog, hasta apuntarte a algún curso de aquello que necesites aprender”.
En la vida económica: administrar las finanzas personales tras los gastos de las vacaciones
Lo principal tras el gasto que han supuesto las vacaciones es intentar, en la medida de lo posible, recortar gastos superfluos: usar más transporte público, buscar actividades para el tiempo libre, comparar precios en la compra, etc. Por otro lado, Roldán sostiene que para administrar las finanzas personales de forma inteligente es necesario elaborar un buen presupuesto mensual sencillo con ingresos y gastos reales, evitar compras compulsivas, pagar primero deudas antes de meterse en otras y ahorrar al menos un 5% de lo ingresado recortando gastos superfluos.
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