RRHH Digital. El consejero delegado de la aerolínea australiana Qantas, Alan Joyce, ha renunciado a una subida salarial y las bonificaciones este año, en medio de la caída de beneficios y recortes anunciados en la compañía.
«Es absolutamente apropiado que cuando una empresa genera menos beneficios, los sueldos de los directivos también tienen que bajar», ha afirmado Joyce, quien cobrará este ejercicio 2,3 millones de dólares australianos (2,4 millones de dólares o 1,9 millones de euros) o un 46% menos que el año pasado.
«Ha sido un año muy duro para los accionistas y queremos mostrar que mi paga tiene una correlación enorme con los beneficios de la compañía», explicó el jefe de Qantas en una entrevista publicada en el diario australiano Financial Review.
Desplome de los beneficios
El pasado junio, Qantas anunció que los beneficios del ejercicio actual, que concluye el 30 de junio, podrían caer hasta un 91% por el deterioro del contexto económico internacional y el precio de los carburantes.
El año pasado, Joyce dobló su sueldo hasta los 5 millones de dólares australianos (5,2 millones de dólares o 4,2 millones de euros), mientras los sindicatos se declaraban en huelga por los recortes anunciados por Qantas, incluidos los despidos de un millar trabajadores.
La renuncia del director de Qantas sigue a las realizadas por otros ejecutivos de grandes empresas australianas como las mineras BHP Billinton o Rio Tinto por la presión de los inversores ante la bajada de beneficios.
Vas Kolesnikoff, director ejecutivo de la Asociación Australiana de Accionistas, indicó que la reacción de los consejeros delegados, incluido Joyce, es un cambio positivo, pero dudó de que fuera definitivo.
«La congelación de salarios tiene cierto impacto en este ejercicio. Yo creo que tienen que bajarse los salarios», aseveró Kolesnikoff, quien adujo que los directivos tienen que ajustar sus salarios al tamaño de las compañías tras los recortes. «El fondo de la cuestión es que, a pesar de lo difícil que sea la situación, están convirtiendo grandes compañías en pequeñas, por lo que tienen que ajustar sus emolumentos a los gastos de una compañía pequeña», explicó.
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