RRHH Digital. El presidente del Consejo Económico y Social de España (CES), Marcos Peña, ha dicho que el desempleo juvenil se ha convertido en uno de los asuntos de mayor preocupación en la UE y ha asegurado que «450.000 jóvenes españoles que no estudian ni trabajan suponen una bomba de relojería a la puerta de casa».
Además, ha apuntado que la cifra de jóvenes desempleados es de 290.000 desde el segundo trimestre del 2011 y que la tasa de paro juvenil alcanzó así su nivel máximo, un 22,1 por ciento, lo que en términos absolutos se traducía en 5,5 millones de jóvenes, un millón más que al comienzo de la crisis.
«La alarma por desempleo juvenil es notable en algunos países, especialmente en España, donde esta tasa está próxima al 50 por 100, muy por encima de la media comunitaria», ha añadido
En esta línea, ha apuntado que el descenso del empleo en España en 2011 siguió concentrándose en los jóvenes, ya que un 27 por ciento de los empleos perdidos (en términos interanuales) en el cuarto trimestre de 2011 corresponde a personas de menos de 25 años de edad; e incluyendo en este cálculo a los que tenían de 25 a 29 años, el impacto de las pérdidas de empleo en el conjunto se eleva hasta el 52 por 100.
En este sentido, Peña ha confesado sentirse preocupado por la «gravedad de la situación de los jóvenes» que, a su parecer, también se evidencia en que junto a una menor participación laboral hay también, ausencia de participación en el sistema educativo.
«Es positivo que los jóvenes en España recurran más a la formación como estrategia para mejorar su empleabilidad porque el mayor nivel de estudios marca, en general, un menor impacto de la crisis», ha reiterado Peña.
Asimismo, el presidente del CES ha querido puntualizar que lo estudios europeos sobre jóvenes en esta situación apuntan a un «mayor riesgo de exclusión, no sólo de la vida laborar, sino también de la participación plena en la vida social, ciudadana y política».
INICIATIVAS PARA COMBATIR EL DESEMPLEO JUVENIL
Por otra parte, Peña ha señalado varias propuestas para combatir el desempleo juvenil, como mejorar la formación tratando de reducir el abandono escolar temprano y garantizar un nivel de formación básico que aumente su empleabilidad.
En este sentido, según el presidente del CES, se han emprendido medidas dirigidas a favorecer la transición al empleo mediante sistemas duales de formación y empleo, bonificaciones, subvenciones a la contratación de jóvenes, así como mecanismos de orientación y mediación laboral específicos para este colectivo.
«Si no se delimita el problema, no se puede solucionar. Hay mucho paro juvenil porque cualquier reforma, carece de entendimiento político, de cooperación, de compromiso social», ha añadido. Finalmente, ha pedido compromiso y participación activa para solucionar el problema. «Si además solo la mitad de los jóvenes trabajan y tienen un trabajo de precariedad», tenemos un Derecho precario, porque vivimos como trabajamos», ha concluido.
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