RRHH Digital. El Ministerio de Empleo está diseñando un borrador de reforma de la prestación por desempleo con los ojos puestos en la correcta y ajustada asignación de la percepción a los beneficiarios. Es decir, la propuesta que prepara el Departamento que dirige Fátima Bañez tratará de limpiar todos aquellos casos en que el perceptor falte a alguno de los requisitos exigidos para el cobro, al tiempo que endurecerá éstos, de modo que estén dentro del sistema los parados que realmente cumplan con todos los condicionantes.
Dentro del endurecimiento de requisitos previsto -que adelgazará las cifra de beneficiarios y de nuevas incorporaciones al sistema- se alentará la aceptación del puesto de trabajo pese a no corresponder la oferta a la misma localidad de residencia del beneficiario. Está por fijar la distancia que determinará la retirada de la prestación en caso de negativa, pero el propósito es incentivar la movilidad geográfica por motivos laborales.
El obstáculo es que Empleo es consciente de que la coyuntura actual del mercado de la vivienda dificulta los traslados, algo que implica directamente a la banca en un momento de especial debilidad y cuando más enladrillada se encuentra. Pero la idea sería avanzar en la línea que ya practica Alemania, donde el rechazo de un puesto de trabajo a menos de dos horas y media de desplazamiento acaba suponiendo la pérdida de la prestación.
Más vínculo con la formación
En particular, en la propuesta de Empleo se avanza en el sentido de vincular cada vez más estrechamente la percepción de la prestación por desempleo con los cursos de formación, en línea con los deseos de la patronal CEOE.
Además, se arbitrará un plan específico de seguimiento a las comunidades autónomas, de modo que se garantice que éstas cumplen con diligencia sus tareas de control, habida cuenta de que la separación entre la Administración que paga, la Central, y la que vigila, la autonómica, en la práctica supone alguna fuga o deficiente vigilancia por parte de la autonomías de extremos como la presentación quincenal del beneficiario en las oficinas o el cumplimiento de los cursos de formación.
Se viene observando el desigual seguimiento que hacen las comunidades autónomas al cumplimiento de los requisitos por parte de los beneficiarios de la prestación por desempleo según regiones.
Otra de las medidas que contempla el borrador y que adelantó elEconomista, es la reducción del tiempo máximo de percepción de la prestación de 24 a 15 o 18 meses.
La cuantía no desciende
La idea es no rebajar la cantidad mensual percibida, pero sí recortar el tiempo de cobro, de modo que se incentive la búsqueda de empleo o la aceptación de ofertas antes de concluir la prestación. De este modo, no se rebajarían los derechos del parado en la primera fase de su situación.
También se revisará la concesión de la prestación en aquellos casos en que mediante acuerdo se ha pactado una solución que depara prestación para el parado, caso de las conciliaciones en el UMAC (Unidad de Mediación, Arbitraje y Conciliación).
Una de las opciones sobre la mesa que está prácticamente descartada se refiere a los expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE) de duración máxima de un año de tope.
Si se gastan derechos de paro inferiores a 180 días, el empleado que vuelve a su situación original recupera automáticamente esos tres meses de paro ejercidos. Se pensó retirar este beneficio y que no se reintegrara el derecho al trabajador, pero la opción parece descartada, al constatarse el crecimiento del recurso a la figura de los ERE temporales como un instrumento de flexibilización de plantilla cada vez más en boga y que reduce el ajuste del mercado laboral vía cantidades, una de las quimeras de la reforma laboral.
En resumen, el borrador de propuesta para que el Gobierno reforme el vigente régimen de la prestación por desempleo busca redimensionar la cifra de beneficiarios, endurecer tanto las condiciones como el control del cumplimiento de los requisitos e incentivar la búsqueda de empleo, evitando que el cobro sea un disuasorio para volver al empleo. El Ejecutivo estudiará el borrador definitivo y puede rebajar alguna o varias de las medidas sobre la mesa. En cualquier caso, la modificación no tendrá efectos retroactivos y no se tocará el subsidio que se percibe una vez agotada la prestación por desempleo.
Desde CCOO manifestaron a este diario su rechazo a la intención de rebajar la prestación por desempleo. En su opinión, «es, desde todos los puntos de vista, inaceptable».
Aunque reconocen que se producen fraudes entre los beneficiarios del paro, consideran que «ello no justifica las soluciones que proponen», porque «es la Administración la que debería perseguir tal fraude». «El volumen de fraude que existe no justifica las medidas que quieren implantar», matizan desde la central sindical, donde, de hecho, consideran que se está aprovechando para golpear al colectivo de desempleados.
Además, opinan que no se puede quitar la prestación por rechazar trabajos. Aunque «cuando surge un empleo, la gente debe ser sensible», no defienden que se encuadre a las personas en otro ámbito laboral.
En cuanto a la movilidad geográfica, desde el sindicato que lidera Ignacio Fernández Toxo se recuerda que los «curritos de a pie» sí están dispuestos a trasladarse de ciudad. «Sólo hay que ver las campañas de la fresa, o de la uva».
Los representantes de los trabajadores explican que su asesoramiento hacia inmigrantes ha caído, ahora son los españoles quienes acuden a estos servicios.
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