Recursos Humanos Digital. El conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, ha admitido este jueves que faltan bomberos voluntarios en el dispositivo de extinción del incendio que desde el martes arrasa Rasquera (Tarragona) y municipios cercanos.
«Hay algunos bomberos voluntarios pero no todos los que debería haber, porque supongo que algunos no se han podido activar porque precisamente son voluntarios y no son los profesionales», ha valorado el conseller en declaraciones a los periodistas.
Puig ha admitido que es «posible que haya habido algún problema» aunque ha asegurado que lo abordarán una vez hayan extinguido el fuego, que ya ha calcinado casi 3.000 hectáreas de bosque, matorrales y cultivos.
Desde la Dirección General de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos precisan que no les ha llegado ninguna queja formal que justifique la ausencia de gran parte de los bomberos voluntarios de la zona, por lo que podría tratarse de un problema de disponibilidad ya que no están obligados a presentarse cuando hay un incendio.
En el incendio participan una sesentena de medios terrestres y cuatro helicópteros, han informado los Bomberos.
Por otra parte, Felip Puig, confía en que el incendio pueda controlarse en cuestión de horas. El 80 por ciento de los efectivos están concentrados en la zona de la sierra, después de que las llamas superaran el monte y se ubicarán en la otra vertiente.
A esta zona, donde se está «librando la batalla definitiva» contra este fuego que ya ha calcinado 2.773 hectáreas –1.231,15 son de Rasquera, 1.168,83 de El Perelló, 372,92 de Tivenys y 0,1 de Benifallet–, se han trasladado con medios terrestres y en helicóptero a efectivos de los Bomberos y del Grupo de Actuaciones Forestales (Graf), que trabajan con líneas de agua y medios manuales.
«Comenzamos a estar a punto de tener el pie en el cuello del incendio», ha indicado el consejero, que está desde este miércoles en el terreno, después de que los Bomberos hayan controlado el frente sur, más cercano a El Perelló, y el norte, cerca de Rasquera.
NINGUNA VÍCTIMA
En el incendio no se ha producido ninguna víctima, ha informado el consejero, que ha apuntado que en la primera noche de extinción solamente un bombero sufrió una contusión.
Ninguna masía ha resultado quemada ni destruida por el incendio, que sí ha obligado de manera preventiva a desalojar a vecinos de Rasquera y El Perelló, aunque solamente una treintena de vecinos del primer municipio han pasado la noche fuera de casa.
Puig ha asegurado que el fuego no ha afectado a las zonas boscosas de más valor ni a las pinturas rupestres de El Perelló.
La previsión meteorológica es que soplen vientos de ‘marinada’ y ‘xaloc’, con más humedad que en los días anteriores, cuando hubo vientos de componente más seco que soplaron con intensidad, dificultando las tareas de extinción y dando una velocidad de progresión «extraordinaria» a las llamas, de más de cuatro kilómetros por hora.
Sin embargo, ha explicado Puig, al mediodía esperan que el viento vuelva «a subir de intensidad» aunque en dirección a las zonas ya afectadas, con lo que tendrá poca incidencia en la progresión del fuego, aunque el consejero ha emplazado a no bajar la guardia.
CUATRO HELICÓPTEROS
Por el momento, cuatro helicópteros participan en las tareas de extinción pero no los seis hidroaviones y aviones de ataque que siguen en la base de Reus, si bien el consejero ha confiado en que la meteorología mejore y puedan llegar a trabajar porque supondría «una periodicidad y un ciclo más elevado de descarga de agua y apoyo a los efectivos humanos».
Según datos ofrecidos por el consejero, en el último siglo la zona de Rasquera se ha quemado hasta cinco veces, la última en 1995, cuando ardieron el doble de lo que lleva este incendio.
«Nos hemos encontrado en condiciones muy precarias de estrés hídrico», ha valorado, ya que los bosques tienen una gran carga de combustible acumulado y hay mucha sequedad, lo que hace que la campaña de este año se presente complicada y de alto riesgo, según Puig.
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