RRHH Digital. Inmerso en la caótica actualidad, el directivo no tiene tiempo para detenerse y reflexionar sobre cómo está llevando a cabo su labor como líder. Sin embargo, tal y como se destaca desde TISOC (The International School of Coaching) es altamente recomendable, interrumpir el frenético ritmo diario, con el fin de analizar y definir, el desempeño en la difícil tarea del liderar. Esto, le ayudará a reforzar los puntos fuertes de su liderazgo y a eliminar las posibles debilidades que puedan darse.
Autocrítica
Es muy posible que se piense que se están haciendo bien las cosas, pero, ¿Nos hemos preguntado si las podemos hacer mejor? Tal y como comenta Miguel. J. Roldán, Coach y Presidente de The International School of Coaching, “no importa el éxito obtenido y los logros alcanzados, siempre es posible mejorar”. Por eso, es imprescindible reconocer errores y admitir que, lo que ha funcionado hasta el momento, puede ser ahora inefectivo. Roldán afirma “puede ser difícil detectar el problema de lo que se está haciendo mal a la hora de liderar cuando se está metido dentro del problema”. Sin embargo, lo importante es dar un paso atrás y observar y preguntarse varias cuestiones clave. Así, el directivo tendrá que preguntarse a sí mismo, ¿Cómo lo estoy haciendo?, ¿Lo puedo hacer de una manera diferente? Y tendrá que contestar siempre con la verdad.
Los siete puntos del control del liderazgo
Ante las preguntas de la autocrítica, no hay respuestas correctas. Sin embargo, es conveniente realizarlas. “Tal y como sostenía Kaplan («¿Qué preguntar a la persona en el espejo», Harvard Business Review, Diciembre de 2006) , los ejecutivos de éxito siempre pueden mejorar su rendimiento y anticiparse a los problemas graves de negocios dando un paso atrás y tomándose el tiempo para reflexionar”, comenta Roldán.
Así, los siete puntos del liderazgo que deben examinarse son:
1. Visión y Prioridades.
2. Manejo del Tiempo.
3. Feedback.
4. Planificación de la sucesión.
5. Evaluación y Alineamiento.
6. Liderar bajo presión.
7. Mantenerse fiel a si mismo.
La clave no está en tener buenas respuestas, sino en tomarse el tiempo para hacer preguntas duras y, de forma honesta, examinar las fortalezas y debilidades. A través de estos siete puntos clave de evaluación del liderazgo, pueden construirse la lista de preguntas.
“El objetivo final es obtener información valiosa sobre cómo mantenerse en el camino correcto en un entorno empresarial en constante cambio” afirma Roldán.
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