RRHH Digital. La capacidad de conseguir resultados en el plazo de un año se ha convertido en objeto de deseo de las empresas. En el marco actual de competitividad y recesión económica de los mercados, es imprescindible contar con un equipo directivo capaz de alcanzar metas en los primeros doce meses. Esta es una de las principales conclusiones del Global Talent Study 2012 realizado por Futurestep con datos de más de 1.500 profesionales de recursos humanos de los cinco continentes.
«Durante años, se ha priorizado la selección de directivos que tuvieran una visión estratégica a largo plazo. La realidad es que este tipo de profesionales consigue un impacto positivo en la organización en unos tres años y en los momentos actuales, las empresas no parecen dispuestas a esperar tanto o simplemente no se lo pueden permitir», afirma Andrés Fontenla, director general de Futurestep.
Así, el perfil del directivo más buscado hoy, ha cambiado. «El 75% de los encuestados afirma que buscan profesionales con capacidad de decisión, muy enfocados a resultados y con total orientación al cliente. Y estas competencias son medidas al detalle durante el primer año en la compañía. De sus resultados depende su continuidad», añade Fontenla.
De hecho, el 18% de los encuestados considera que no equivocarse en la toma de decisiones es la habilidad más importante para conseguir un impacto en los primeros seis meses. Además, tener buenas relaciones con compañeros y jefes es fundamental a medio plazo, según el 26% de los encuestados. Ser capaz de motivar a los demás es para el 32% de los encuestados lo que tiene mayor impacto en el equipo. Y ojo, porque hay un 20% de encuestados que considera que demostrar integridad y confianza no supone un impacto positivo en compañeros, subordinados o jefes.
Sin embargo, el estudio revela que a pesar de las prisas por la obtención de resultados, el 36% de las empresas encuestadas reconocen que los mejores resultados se obtienen a partir del primer año, cuando el directivo ha entendido la cultura de la organización y ha conseguido obtener un mejor rendimiento del equipo. «Con una visión cortoplacista del negocio puede que se consiga superar la urgencia del momento, pero se pone en riesgo la supervivencia a medio y largo plazo», señala Fontenla.
Una de las claves del éxito en la selección es encontrar un directivo que combine los resultados a corto con un modelo de gestión del desempeño que consiga no perder el interés tras la “luna de miel”, sino que siga contribuyendo al planteamiento estratégico de la empresa para el futuro. Encontrar este equilibrio es una tarea difícil. «Sin embargo, las empresas que opten por estos perfiles y apuesten por desarrollar todo su potencial, estarán mejor posicionadas para crecer y prosperar”, afirma.
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