Recursos Humanos Digital. Jaime Montalvo, el árbitro designado por el Ministerio de Fomento en el conflicto entre Iberia y Sepla por la creación de Express, ha solicitado ampliar su plazo para dictar el laudo ante la «elevada complejidad» e «importancia» del asunto, según confirmaron a Europa Press fuentes del Departamento que dirige Ana Pastor.
Tras su designación, el árbitro contaba con un plazo de diez días laborables para recabar información, tras contactar con la aerolínea y sus pilotos antes de emitir su laudo, que será de obligado cumplimiento para ambas partes. Ante la solicitud de un aplazamiento del plazo, que finalizada el 12 de mayo, el Ejecutivo valorará la propuesta de Montalvo.
Las mismas fuentes explicaron que ante la importancia y complejidad del asunto que enfrenta a la aerolínea y a sus pilotos Montalvo ha solicitado una prórroga a los dos ministerios implicados, Fomento y Empleo, para ampliar dicho plazo, si bien no se ha concretado su duración.
Al parecer, el árbitro podría incluir entre los puntos que se someterán al arbitraje obligatorio algunas cláusulas del convenio de pilotos sobre la segregación de la compañía y la programación conjunta, según informaron fuentes conocedoras del proceso.
Desde el primer momento la tarea de Montalvo no era fácil tras el intento fallido de la mediación del exministro de Trabajo, Manuel Pimentel, frustrado en marzo ante la imposibilidad de consensuar un documento por ambas partes, inamovibles en sus posturas, que recogiera unos mínimos aceptables para cada parte.
El origen de la huelga, la creación de Iberia Express fuera de la aerolínea, es el telón de fondo del contencioso entre la compañía, que defiende su lanzamiento como una decisión empresarial para competir en el corto y medio radio ante el auge de las ‘low cost’, y sus pilotos, que insisten en que es «ilegal» por vulnerar su convenio.
Paralelamente al conflicto por Iberia Express y acogiéndose a la nueva reforma laboral, la compañía quiere recortar en un 20% el coste de este colectivo, el único con el que después de más de dos años de negociaciones no ha logrado cerrar un acuerdo para un convenio ya caducado –con el resto de colectivos ha pactado condiciones vinculadas a la nueva marca–, y modificar ciertas cláusulas para aumentar en un 25% su productividad.
A la espera del laudo, la compañía ha dejado en suspenso las negociaciones con el Sepla para la inaplicación de ciertas cláusulas con estos objetivos.
IBERIA Y SEPLA, A LA ESPERA
Iberia ya ha advertido de que durante este proceso no realizará declaraciones o valoraciones al respecto, de tal manera que no existan «interferencias» y la labor del árbitro se pueda desarrollar con normalidad en un «ambiente interno».
Por su parte, el Sepla, que decidió desconvocar la huelga en Iberia, también ha acatado la designación de Montalvo, y ha mostrado su disposición para «ponerse a trabajar cuanto antes».
El Gobierno decidió imponer un arbitraje obligatorio entre Iberia y el Sepla para poner fin a un conflicto que desde diciembre de 2011 a abril de este año ha provocado 18 jornadas de huelga, con un coste diario para la aerolínea de tres millones de euros, y un impacto económico que asciende a 54 millones de euros.
Pero no es la primera vez que se recurre a un arbitraje en Iberia para la resolución del conflicto sobre el convenio colectivo de sus pilotos. En 2001, el Ministerio de Fomento designó como árbitro al presidente en funciones del Comité Económico y Social (CES), Federico Durán López, quién determinó que las partes debían firmar un convenio a cuatro años con subidas salariales vinculadas a la marcha de la compañía.
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