Recursos Humanos Digital. La empresa Kellogg Company ha contribuido con casi 29 millones de euros (más de 38 millones de dólares) en efectivo y en producto a organizaciones de todo el mundo en 2011, incluyendo programas de desayunos y de ayuda contra el hambre, según pone de manifiesto su cuarto Informe de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Asimismo, Kellogg ha aumentado su compromiso con la agricultura sostenible apoyando la investigación, producción y suministro de los granos que utilizan. El año pasado, la compañía recopiló toda la información necesaria para poder determinar cuáles son las mejores oportunidades para aumentar la sostenibilidad.
Los detalles y los resultados del pasado ejercicio, incluyendo las nuevas iniciativas que benefician a los agricultores de arroz y a la producción del aceite de palma, se reúnen en este Informe anual que se presentó el pasado 22 de abril, coincidiendo con el Día de la Tierra. El presidente y CEO de Kellogg Company, John Bryant, escogió este dia al entender que ofrece «una oportunidad de reflexionar sobre el impacto que cada persona ejerce sobre el planeta».
Como en informes anteriores, las iniciativas de este año se resumen en las cuatro áreas claves: medio ambiente, productos y consumidores, lugar de trabajo y comunidad. Por ejemplo, Kellogg ha seguido trabajando para reducir el consumo de energía y agua, avanzar en seguridad y en diversas iniciativas, y mejorar la nutrición.
En materia de agricultura sostenible, la empresa ha iniciado los programas de ayuda a la sostenibilidad entre los agricultores de arroz, incluyendo la colaboración con entidades educativas como la Universidad Estatal de Louisiana para desarrollar conjuntamente un Máster para la producción de este producto y, de esta forma, ayudar a conseguir las mejores prácticas.
Además, ha apostado por el cambio al aceite de palma sostenible en Europa con la intención de cubrir el cien por ciento del uso actual del aceite de palma en 2012 y por desarrollar un programa piloto de apoyo agrónomo para ayudar a los productores de maíz, aprendiendo sobre las diferentes prácticas de cultivo y conociendo las diferencias entre las distintas regiones.
«Cada vez más, los consumidores están alineando sus valores con las marcas y empresas que eligen. Nuestro amplio plan de responsabilidad corporativa nos está ayudando a desarrollar productos de manera más sostenible que ofrecen resultados a nuestros consumidores, empleados, comunidades, inversores y nuestro planeta», ha señalado Bryant.
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