El mismo vagón, el mismo autobús pero ¿qué trabajador paga menos?

RRHH Digital. La próxima vez que se suba a un metro o a un autobús, piense que la persona que tiene a su lado puede estar disfrutando del mismo servicio por menos dinero. Esto es posible gracias a las ventajas fiscales a las que cualquier empleado puede acceder a través de la tarjeta transporte. «El impacto en cualquier trabajador que se desplace en transporte público es enorme»- afirma Óscar Massó, director de Comunicación y Marketing de Sodexo Soluciones de Motivación. – «Por ello, la posibilidad de ahorrar 110 euros en los desplazamientos es tentadora. Este ahorro equivaldría al gasto de dos meses del Abono Transporte de Madrid, de la zona A, incluso ahora, con la subida prevista por el Gobierno regional».

El precio del transporte público está siendo una de las partidas más afectadas por las subidas en todas las comunidades autónomas. Y además, es una de las medidas que más impacto tiene en el grueso de la población, principales usuarios de autobuses, metro y cercanías. «Cuando me enteré de que podía ahorrarme más de 100 euros al año en transporte, me interesé por el tema» – asegura Alberto, trabajador de una compañía de 130 empleados -«No tenía muy claro cómo había que hacerlo, así que pregunté al responsable de recursos humanos de mi empresa y todo resultó muy sencillo. Ahora ya puedo compensar la subida con el ahorro que obtengo gracias a la tarjeta transporte».

¿Cómo se consigue este ahorro?
Cuando un empleado elige usar la tarjeta transporte, obtiene automáticamente un beneficio fiscal porque la inversión en este concepto está exenta del IRPF. «En concreto, la tarjeta Transporte está exenta de IRPF hasta 136,36 euros al mes, con un límite de 1.500 euros año», afirma Massó. Con la retribución flexible, que es el sistema que soporta las ventajas fiscales para empleados, cualquier trabajador cuyo neto alcance los 18.000 euros puede destinar hasta un 30% de su salario bruto anual a la contratación de los servicios incluidos en la bolsa retributiva que ofrece su empresa. En un salario medio (25.000 euros), puede aumentar su poder adquisitivo hasta un 9 % al año más.

¿Qué es la retribución flexible?

La retribución flexible es una fórmula con la que los empleados pueden destinar parte de su salario bruto anual, con un límite del 30%, a distintos productos que gozan de importantes ventajas fiscales. Esto hace que crezca su retribución anual neta sin coste adicional para la empresa, lo que además añade una ventaja competitiva en el mercado laboral en situaciones como la actual, en la que la empresa tiene limitados sus recursos salariales. Por otra parte, optimiza los gastos del empleado retribuyendo a cada uno según sus necesidades personales y no invirtiendo en medidas que no son ni utilizadas ni valoradas por los empleados.