RRHH Digital. Las deducciones en el Impuesto de Sociedades por innovación son la principal vía utilizada por las empresas españolas para financiar sus actividades de I+D+i, ya que las usan el 85% de las empresas, según un estudio elaborado por la consultora especializada en optimización de costes Lowendalmasaï.
La manager de Financiación de la Innovación en Lowendalmasaï, Laura Delgado, explica que el uso mayoritario de las deducciones se debe a que no representan ninguna concurrencia competitiva, son compatibles con otros incentivos, no son tan específicas y restrictivas como las ayudas directas y proporcionan una alta rentabilidad. «El Gobierno debería seguir fomentando y mejorando el esquema de deducciones fiscales», opina.
El estudio revela también que el 60% tiene ayudas directas nacionales, aunque solo el 18% de las empresas tiene ayudas internacionales por la dificultad de los procedimientos de presentación y tramitación y, en ocasiones, por la necesidad de crear consorcios de investigación entre empresas que a veces compiten entre ellas.
Por otro lado, el estudio pone de manifiesto que solo el 7% de las empresas se beneficia de bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social, aunque Lowendalmasaï cree que su uso podría empezar a aumentar por la falta de cuota sobre la que aplicar las deducciones por actividad de I+D+i.
Además, afirma que una mala interpretación de la legislación ha llevado a la falsa creencia de que existía incompatibilidad entre las bonificaciones y las deducciones. Sin embargo, ya hay matizaciones que clarifican la compatibilidad de los dos incentivos, lo que permitirá un incremento en el uso de este tipo de bonificaciones.
En este contexto, los expertos de Lowendalmasaï explican que en España la financiación pública es el sustento fundamental de la actividad innovadora de las empresas, por lo que la reducción de los recursos públicos destinados a la investigación empresarial tiene una incidencia directa sobre las mismas.
«Los recortes harán fracasar muchos proyectos», alerta el estudio, que afirma que la innovación es la única vía para ganar competitividad en un mercado global cada día más competitivo y en los momentos de crisis es cuando más debe apostarse por este sector.
Además, asegura que la normativa es «confusa» y sufre continuas modificaciones e interpretaciones, lo que hace que muchas veces las empresas no usen estos incentivos, también por el miedo a afrontar posibles inspecciones, y a la carga de trabajo extra que su gestión genera.
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