RRHH Digital. Roto el proceso de mediación promovido por el Gobierno, el sindicato de pilotos Sepla ha anunciado 30 nuevas jornadas de huelga a secundar todos los lunes y viernes entre el 9 de abril y el 20 julio. Iberia ha anunciado que retomará las negociaciones con sus pilotos a fin de evitar una huelga «a todas luces injustificada, dañina y desproporcionada».
Pese a su anuncio de diálogo, Iberia ha tachado de «irresponsable e intransigente» la actitud del sindicato al rechazar la propuesta del mediador Manuel Pimentel. Esta incluía la posibilidad, según explica la misma aerolínea, de que copilotos de Iberia se acogieran a una excedencia y pudieran pasar a Iberia Express como comandantes, manteniendo la posibilidad de regresar a la matriz, aparte de otras garantías de empleo similares.
El coste de la huelga podría suponer 90 millones de euros en pérdidas -tres millones diarios, según la estimación de la propia Iberia-. La compañía ha advertido que los pilotos están poniendo en riesgo los más de 20.000 empleos directos que representa Iberia.
El calendario de paros convocados por el sindicato de pilotos interfiere directamente sobre la operación retorno de Semana Santa, con la salida del puente de mayo y alcanza al incremento del tráfico turístico característico del periodo estival con las huelgas de junio y julio.
Iberia ha indicado que, en caso de que la huelga se lleve a efecto, los paros no afectarán a los vuelos operados por Iberia Express, Air Nostrum, Vueling y a códigos compartidos con otras aerolíneas. Asimismo, los servicios mínimos que se establezcan impedirán que se vean afectados los vuelos a Canarias y Baleares, así como la mayoría de los vuelos de largo radio.
Los pasajeros podrán reclamar
Por su parte, la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI) ha recordado ante el anuncio de la nueva convocatoria de huelga que los posibles afectados tiene «pleno derecho a la devolución del importe íntegro de sus billetes, incluyendo suplementos, recargos y tasas, así como a una indemnización». La asociación de consumidores señala que esta huelga es previsible, por lo que según establece la normativa comunitaria «no constituye un supuesto de caso fortuito o fuerza mayor».
Gustavo Samayoa, presidente de FUCI, ha especificado que los pasajeros afectados por cancelaciones o grandes retrasos tendrán derecho a recibir asistencia en forma de comida, bebida y alojamiento si lo necesitan, hasta que lleguen a su destino o regresen a sus hogares. Samayoa recomienda que se guarden todas las facturas por las compras de alimentos y de hoteles donde pernocten para, en caso necesario, poder reclamar posteriormente su importe.
Los comentarios están cerrados.