Más de la mitad de las empresas madrileñas considera que existen barreras para cumplir la LISMI

RRHH Digital. Los datos extraídos del último Observatorio SIFU de Empresa y Discapacidad, desvelan una clara tendencia que posiciona la Comunidad Autónoma de Madrid como una de las primeras autonomías que conocen la LISMI. Más del 95% de las empresas madrileñas de más de 50 empleados sabe que de reservar un 2% de los puestos de trabajo para personas con discapacidad.

Un 74% de las empresas madrileñas sabe que, además de contratar personas con discapacidad, se puede cumplir la Ley mediante una serie de medidas alternativas. Así, Madrid es la primera autonomía a nivel nacional con un 42% de las empresas entrevistadas que combinan contratación directa (36%) con compra de productos o servicios a Centros Especiales de Empleo (CEE) o enclaves laborales (9%).

Aunque un 43% dice que no encuentran dificultades a la hora de cumplir la Ley, más de la mitad opina que el no saber dónde contratar personas con discapacidad, la propia actividad de la empresa y el desconocimiento de la Ley entre otros, desfavorece el cumplimiento de la misma. En consecuencia, el 12% de las empresas entrevistadas afirma que no cumple con la Ley LISMI y el 59% confiesa que la cumple por cumplir.

¿Qué medidas ayudarían al cumplimiento de la LISMI?

Según el informe del Observatorio SIFU de Empresa y Discapacidad, las empresas madrileñas tienden a incorporar a personas con discapacidad en puestos de operario (56%) y un 52% ha contratado alguna vez a trabajadores con discapacidad para cargos administrativos. Respecto a la media nacional y comparando con el resto de regiones, un elevado 14% de las empresas madrileñas afirma haber contratado alguna vez una persona con discapacidad para un cargo intermedio o como directivo.

El 93% de las empresas encuestadas está muy satisfecha con el rendimiento de este colectivo en el trabajo, y el 88% coincide que el normal desempeño de la actividad laboral de estas personas en relación con el resto de trabajadores, es uno de los principales motivos por los que volvería a contratar a personas con discapacidad.