Recursos Humanos Digital. Los sindicatos alemanes rechazaron la propuesta presentada hoy por la patronal y que contempla aumentos salariales para los empleados públicos del 3,3% de forma gradual los próximos dos años.
El sector público alemán vivió la semana pasada cinco días consecutivos de paros de advertencia, que tuvieron lugar alternativamente en los 16 estados federados y que fueron convocados por el sindicato Verdi, que exige para los dos millones de empleados públicos aumentos salariales del 6,5% o al menos 200 euros.
Según la propuesta, anunciada por el ministro del Interior, el socialcristiano Hans-Peter Friedrich, y el presidente de la confederación de patronales municipales (VKA, por sus siglas en alemán), Thomas Böhle, el primer aumento de un 2,1% se aplicaría a partir del próximo mes de mayo.
El aumento del 1,2% restante está previsto para marzo de 2013, agregaron en Potsdam, junto a Berlín, donde se ha constituido la mesa negociadora. Asimismo, la oferta contempla un pago adicional único de 200 euros para todos los empleados, así como de 40 euros para los aprendices como «componente social».
Los sindicatos criticaron sobre todo el modelo de aumento salarial en dos etapas propuesto por la patronal. Está previsto que las negociaciones continúen esta tarde y mañana en el marco de esta segunda ronda de conversaciones.
Las huelgas convocadas la semana pasada se centraron en los empleados públicos del país, los estados federados y los ayuntamientos. «Me gustaría alcanzar un acuerdo», declaró Böhle esta mañana a la cadena pública ARD, a, tiempo que calificó de poco realistas las exigencias del sindicato.
Al mismo tiempo pidió una mayor flexibilidad de los sindicatos en la mesa de negociaciones ante la difícil situación económica a nivel municipal.
Por su parte, el presidente de Verdi, Frank Bsirske, volvió a pedir a la patronal en el programa matinal de la ARD que presentara una oferta sólida, al tiempo que habló de una «situación de crispación en las negociaciones» desde la primera ronda.
«Echamos la vista atrás a una década en la que diferencia salarial entre los sectores privado y público se hace cada vez más grande», subrayó Bsirske.
El viernes, Alemania cerró cinco días de paros de advertencia en el sector público, en el que participaron unos 130.000 empleados, con la amenaza del sindicato Verdi de convocar nuevas huelgas en caso de que los empleadores públicos no respondan a las exigencias de mejoras salariales.
Para finales de este mes ya hay concertada una tercera reunión en Potsdam.
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