Recuros Humanos Digital. Cerca de 7.000 empleados públicos alemanes participaron hoy en la huelga de advertencia convocada por el sindicato Verdi, el segundo mayor de Alemania, que prevé movilizaciones durante toda esta semana para exigir mejoras salariales. La prensa habla de «ola de huelgas» que «quiere paralizar la República», como publica el diario económico Handelsblatt.
Sobre todo en los estados federados de Baden-Württenberg, Hamburgo, Schleswig-Holstein y Mecklemburgo-Antepomerania, los trabajadores del sector público abandonaron temporalmente sus puestos de trabajo para presionar en sus exigencias en la negociación del convenio colectivo.
En Hamburgo se congregaron a pesar del frío alrededor de 1.500 empleados en una manifestación para reclamar mejoras salariales bajo el lema «Porque nos lo merecemos».
«Esta ciudad tiene dinero. Se trata de hacer partícipe de esta riqueza al empleo público», subrayó el líder sindical regional Wolfgang Rose. Los paros en la ciudad hanseática afectaron principalmente a guarderías, oficinas federales y servicios municipales de limpieza.
Cerca de 4.000 personas participaron en los paros convocados en Schleswig-Holstein, donde salieron a la calle con pancartas y silbatos.
En Rostock, en Mecklemburgo-Antepomerania, unos 200 trabajadores públicos se sumaron a los paros de advertencia, mientras que en la localidad de Ummendorf, en Baden-Württenberg (sur del país), dos docenas de empleados civiles del ejército alemán abandonaron sus puestos durante una hora.
Paros en toda Alemania
Las huelgas selectivas afectarán mañana el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, en el oeste del país, para las que el sindicato ha convocado a varias decenas de miles de empleados del transporte de cercanías, administraciones locales, guarderías, servicio de recogida de basuras y hospitales.
Según el sindicato Verdi, también hay paros convocados para mañana en los estados federados de Baden-Württemberg, Sajonia-Anhalt, Sajonia, Turingia y Brandeburgo.
Los paros de advertencia comenzaron la víspera en los estados federados de Hesse, Sarre y Renania-Palatinado y afectaron a las comunicaciones de metro y tranvía, guarderías públicas, hospitales y servicios de recogida de basura.
Verdi tiene intención de movilizar al personal de los servicios públicos de manera selectiva durante toda la semana, con convocatorias que tendrán lugar alternativamente en los 16 estados federados y en distintos campos del sector.
La huelga se centra en los empleados públicos de Estado y los ayuntamientos en los que trabajan unos dos millones de personas, para los que Verdi exige aumentos salariales del 6,5% o al menos 200 euros.
Los responsables de la patronal no presentaron la pasada semana oferta alguna y exigieron que el sindicato rebajara sus exigencias para sentarse a negociar en la mesa que se ha constituido en la ciudad de Potsdam, junto a Berlín.
Hasta la próxima reunión concertada para el 12 de marzo Verdi pretende mantener la presión con las huelgas selectivas.
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