RRHH Digital. El comité de empresa de Teka se reunirá a las 13.00 horas de este jueves en asamblea con los trabajadores para proponerles desconvocar la huelga de este viernes, día 24, que se prolonga desde el pasado martes, para poder reunirse con la dirección de la empresa, que ya les ha manifestado están dispuestos a reunirse con esa condición.
Según ha explicado el representante de CSIF, Fernando Mier, en declaraciones a Europa Press, los trabajadores tienen que dar «la autorización» al comité para desconvocar la huelga, un «acto de buena fé» por parte de la plantilla de la fábrica de Cajo, que el comité espera se produzca y así encontrarse con los representantes de la multinacional, continuar con las negociaciones e intentar llegar a «un entendimiento».
Si la platilla está de acuerdo en desconvocar será «un avance positivo», ha señalado Mier, en las relaciones con la dirección de Teka y también «un gesto de buena voluntad» al que, si la empresa responde, se podrán sumar «más gestos de buena voluntad en adelante».
«La empresa se había cerrado en banda y no quería negociar bajo una huelga y hemos decidido tener ese gesto de buena voluntad y que nadie pueda echarnos en cara que no hemos puesto toda la carne en el asador para intentar llegar a una salida», ha manifestado Mier.
En la asamblea, el comité de empresa también va a informar a los trabajadores sobre el encuentro que mantuvieron este miércoles, pro la mañana, con el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, y sobre otra reunión con los asesores de los sindicatos.
Sobre los avances en la negociación, Mier ha indicado que el comité tiene «su estrategia al igual que la empresa tiene la suya». «No nos vamos a engañar, se empieza diciendo una cifra y luego siempre hay un margen de maniobra», ha destacado aludiendo a que es posible que la empresa se guarde una mejor oferta hasta el último momento.
La oferta que hay sobre la mesa es la rebaja de 198 a 155 despidos, indemnizaciones de 30 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades y la permanencia de la fabricación de cocinas de inducción en la fábrica de Santander. El comité la ha rechazado por considerarla «insuficiente» y no desespera en que Teka les puede ofrecer algo mejor.
«El tema es encontrarte en el camino, puede ser más a favor de unos o de otros, pero al final si hay buena voluntad por las dos partes creo que nos acabaremos encontrando», ha augurado Mier.
«IMPRESCINDIBLE» EL PLAN DE VIABILIDAD
Aunque, también ha insistido en que el plan de viabilidad, que solicita el comité, es «imprescindible» porque es lo que «va a garantizar el futuro» de la factoría. «Es la garantía de una viabilidad a largo plazo, sino no estarías haciendo nada sólo poniendo un parche», ha dicho.
Los ánimos de la plantilla «cada vez están más calientes» pero también «la gente es responsable y se da cuenta de que esto es un proceso largo, que sigue las pautas habituales y que es imprescindible negociar porque si llegas a un acuerdo va a ser mejor que si la autoridad competente tiene que decidir», ha explicado Mier.
A lo largo de la mañana, más de 50 trabajadores van a donar sangre en la unidad móvil de la Hermandad de Donantes de Sangre, que se ha desplazado hasta la fábrica, un acto «solidario» de la plantilla de la fábrica, que quiere aunar sus acciones de protesta con otras que sean «solidarias y tengan repercusión social».
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