Recursos Humanos Digital. PricewaterhouseCoopers (PwC) asegura que la reforma laboral aprobada por el Gobierno permitirá a los empresarios proteger el empleo en épocas de recesión económica, ya que podrán flexibilizar las condiciones de trabajo de sus trabajadores antes de recurrir al despido de parte de la plantilla o realizar ajustes parciales para salvaguardar el empleo del resto.
Así se desprende del informa ‘La última reforma laboral: un nuevo marco para el empleo’ de PwC, donde la consultora admite, sin embargo, que la reforma no será la «panacea» que acabe inmediatamente con la destrucción de empleo ni provocará un aumento «repentino» de la contratación.
Sin embargo, cree que se trata de un «paso adelante» porque permite al empresario actuar sobre variables como la movilidad geográfica y funcional, el salario, las condiciones de trabajo o la suspensión o reducción temporal de la jornada para evitar el despido.
En el ámbito de la contratación, el informe destaca que la reforma habilita a las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) para operar como agencias de colocación privada y crea un nuevo contrato indefinido para empresas de menos de 50 trabajadores. Este nuevo contrato, según PwC, tiene «interesantes» incentivos fiscales y bonificaciones.
En cuanto al despido, el estudio resalta que la nueva normativa rebaja a 33 días la indemnización por despido improcedente y clarifica las causas económicas del despido objetivo que fija en tres trimestres consecutivos de caída de ingresos eliminando así cualquier referencia que pudiera resultar «ambigua».
De la misma forma, recuerda que los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) no requerirán el visto bueno previo de la autoridad laboral. Además, se concreta el despido por absentismo, ya que se podrá despedir a un empleado cuando alcance los porcentajes que establece la ley independientemente del nivel de absentismo de la empresa.
Según PwC, los cambios en el despido simplifican la «enorme complejidad e inseguridad» que suponían los despidos colectivos en España por el encarecimiento de las indemnizaciones, la dificultad de obtener la autorización laboral y la indefinición del despido objetivo.
Además, la consultora asegura que la aproximación de los costes de terminación de contratos a los de los países del entorno ya no supondrá un «lastre» para posibles oportunidades de inversión en España.
De hecho, según la socia responsable del área laboral de PwC Tax and Legal Services, Marta Alamán, la reforma supone un «paso adelante» para el marco laboral español, aunque su efectividad dependerá de que su desarrollo reglamentario sea lo «suficientemente rápido y claro» para que no se vea paralizada.
Además, cree que, aunque la reforma es «bastante completa», el Gobierno podría haber aprovechado para regular también otros aspectos como la huelga, la movilidad geográfica internacional o el despido disciplinario procedente.
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