RRHH Digital. La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha dicho hoy que el viernes el Gobierno va aprobar una reforma laboral «completa, equilibrada, operativa y útil» que contribuya a la gestión eficaz de las relaciones laborales y que dé estabilidad en el empleo, que es lo que se «necesita».
Esta reforma tendrá como principales objetivos la generación de empleo estable y la introducción de mecanismos «efectivos» de flexilibilidad interna para que el despido sea la última opción.
En su primera comparecencia ante la Comisión de Empleo y Seguridad Social del Congreso de los Diputados, Báñez ha asegurado que esa reforma debe servir a corto plazo para frenar la destrucción de empleo.
La reforma, según ha explicado Báñez tendrá cuatro ejes: medidas que persiguen abordar problemas estructurales; la búsqueda de mayor eficacia de gestión pública con presupuesto más austero; la sostenibilidad de la seguridad social y por último la emigración legal y vinculada al empleo.
Báñez también repasó por encima otros de los objetivos de la reforma: reconocer la formación como el derecho de los trabajados, «reordenar» las políticas de bonificaciones a la contratación indefinida y mejorar la intermediación laboral con la participación de agencias privadas de colocación.
Además, la ministra de Empleo ha avanzado medidas de conciliación con «horarios de trabajo más racionales» y planes específicos de reinserción laboral.
La ministra también ha anunciado un «exigente plan» de lucha contra el fraude en el cobro de prestaciones por desempleo. Asimismo, el Ministerio tiene previsto aprobar a finales de marzo, en conferencia sectorial, el plan de empleo de 2012 para reducir el paro juvenil, en cuyo marco se evaluará la eficacia de las políticas activas de empleo.
Por último, tras valorar el acuerdo sobre moderación salarial alcanzado por los agentes sociales para 2012-2014, Báñez ha avanzado que su intención es «profundizar y ampliar» el diálogo social más allá de los «grupos tradicionales» (patronal y sindicatos), pero sin concretar nada más.
Báñez también ha destacado que la reforma evitará que el principal ajuste de las empresas sea vía despido de trabajadores.
La ministra también ha anunciado que en los próximos meses quiere aprobar una reforma de la formación profesional, en colaboración con el Ministerio de Educación y con los agentes sociales.
La idea es garantizar el acceso a la formación permanente del trabajador, para lo que se estudiará la puesta en marcha de una «cuenta de formación» que acompañará al asalariado toda su vida laboral, según la ministra.
Flexibilidad para los autónomos
Además, Fátima Báñez ha destacado que se pondrá en marcha una mesa de diálogo social sobre las políticas laborales efectivas para jóvenes, de tal forma que los que no posean titulación tengan la posibilidad de, a través de un contrato adecuado, combinar formación y trabajo.
De la reforma laboral también ha resaltado que se va a adecuar a los autónomos y a las microempresas para que cuenten con una mayor flexibilidad para hacer frente a la crisis.
La ministra ha precisado que hay más de 3 millones de autónomos y que de ellos 352.060, cerca del 12 %, tienen trabajadores asalariados, por lo que uno de los primeros proyectos del Gobierno será aprobar una ley de apoyo a los emprendedores.
Jubilación y pensiones
Báñez también ha adelantado que el Gobierno está estudiando medidas para impulsar la compatibilidad de cobrar parcialmente una pensión y seguir trabajando. La ministra explicó que el Ejecutivo está estudiando incrementar «la compatibilidad entre el cobro parcial de la pensión y continuar con una actividad laboral».
Por otro lado, anunció que «en los próximos meses» el Gobierno presentará una reforma de la ley de mutuas para permitir una «mayor autonomía en su gestión».
También subrayó que el Ejecutivo tomará medidas para acercar la edad real de jubilación y la edad legal, para lo que será necesario «disminuir las prejubilaciones» con el fin de que sólo se utilicen «en circunstancias muy excepcionales».
Según los datos aportados por Báñez, más del 50% de las jubilaciones se producen antes de cumplir los 65 años y cerca del 25% son personas que proceden del desempleo, es decir, que utilizan la prestación por paro como instrumento para una prejubilación encubierta.
Asimismo, se trabajará para favorecer la «prolongación voluntaria de la vida laboral y compatibilizar el cobro de la pensión y la continuación en el mercado laboral», otorgando «libertad de elección sobre la jubilación».
Finalmente, Báñez ha defendido que «el camino hacia un sistema sostenible requiere promover que la pensión sea más proporcional a las cotizaciones realizadas».
Por otra parte, la ministra ha asegurado que trabajará para que las pensiones, «el principal pilar del sistema de protección social», vuelvan al Pacto de Toledo, ante cuya comisión permanente se ha comprometido a comparecer.
«Nuestro sistema de pensiones es una gran construcción de protección de la que todos nos sentimos orgullosos. Pero es, sin duda, mejorable y de necesaria adaptación. Este Gobierno será un actor decidido a favor de la consolidación, el refuerzo, la modernización y la adaptación permanente. Y apelo a la colaboración de todos para que, en esta época de crisis, sea un referente de seguridad, tranquilidad y confianza», ha dicho.
En este sentido, ha recordado que una de las primeras medidas adoptadas por el Ejecutivo central fue revalorizar las pensiones mínimas «por cumplimiento del Pacto de Toledo».
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