RRHH Digital. Las relaciones personales que se construyen en el ámbito laboral son una baza importante para dar forma al ambiente de trabajo, pero hay ocasiones en las que suelen ocupar también la esfera personal de los protagonistas. Por este motivo, un 30% de los españoles reconoce que está dispuesto a tener una relación sentimental en el trabajo, según una encuesta que ha elaborado Randstad, empresa líder en soluciones de recursos humanos, entre 1.200 personas en edad de trabajar.
De hecho, esta cifra puede ser incluso mayor. Un dato llamativo que refleja el sondeo es el relacionado con los superiores. Un 8% estima que no le importaría comenzar una relación más especial con alguien de su oficina siempre y cuando no sea su jefe, lo que eleva la proporción total hasta el 38%. Si se comparan los datos con la encuesta realizada el año pasado por Randstad se encuentran diferencias, ya que la percepción general ha descendido nueves puntos porcentuales.
Esta caída es progresiva en los dos últimos años, con un descenso total de 15 puntos porcentuales desde 2010. Cada vez hay menos gente dispuesta a tener una relación sentimental con un compañero de trabajo, y es que, en algunas empresas, la mezcla entre la esfera personal y la profesional todavía se sigue viendo con cierto recelo.
De hecho, actualmente en nuestro país las relaciones sentimentales en el trabajo no están reguladas por ley, al contrario que en otros países como Estados Unidos, y generalmente sólo se encuentran sentencias judiciales que abogan por el derecho a la intimidad o por la resolución de problemas en materia de conflictos de intereses en las empresas.
Un dato que refuerza esta encuesta son los datos que publicó hace unos años el Comité de Asuntos Nacionales de Estados Unidos, en el que aseguraba que de cada diez relaciones sentimentales, tres se habían desarrollado en el centro laboral.
Los jóvenes, los más entusiasmados
En este caso, las mujeres (51%) se muestran más partidarias que los hombres (49%) a la hora de entablar una relación sentimental con un compañero del trabajo. Donde sí que diferencias es en función de la edad. Los jóvenes de entre 26 y 44 años (68%) son los que más entusiasmados se declaran a la hora de encontrar el amor en la oficina, mientras que los profesionales de mediana edad presentan un porcentaje del 23%. En el lado contrario los mayores de 45 años (9%) se muestran como los menos partidarios de mantener una relación sentimental con un compañero/a de trabajo.
A mayor nivel de estudios, menor porcentaje de relaciones
El nivel de formación también sugiere cambios a la hora de tomar una decisión de estas características. A mayor nivel de estudios (12%), menor es la intención de tener una relación sentimental en el trabajo, mientas que los profesionales que presentan un nivel formativo bajo se sitúan en el 33% y los que tienen Bachillerato o Formación Profesional representan un 55%.
En definitiva, la encuesta elaborada por Randstad muestra el perfil de la persona dispuesta a tener una relación sentimental en el trabajo y se trata de una mujer, de entre 26 y 44 años y con una formación educativa de nivel medio.
El ambiente de trabajo proyectado hacia las relaciones personales es fundamental para generar una buena disposición entre los trabajadores. En el caso de las sentimentales la mejor manera de actuar es cuando se separa su intimidad del entorno laboral. Con esta medida evitamos posibles problemas que puedan surgir.
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