Recursos Humanos Digital. Pep Guardiola calificó a Sandro Rosell como «presidente modélico» al referirse a las críticas de su presidente («La cosa no pinta bien») contra los árbitros. «En estos cuatro años, desde que soy yo entrenador, este club ha sido modélico en el empate y, todavía más, en la derrota. Con Laporta y con Rosell». Y prosiguió ante la reiteración de preguntas sobre el tema de la polémica: «Al final le hacemos un flaco favor a este deporte si estamos hablando de árbitros y de sospechas. Yo me enfado cuando se equivocan, faltaría más. Pero al segundo pienso que se habrá equivocado y ya está. De qué me vale criticarles para que tenga más presión y ¿arbitren a favor? Eso no es nuestro. Hay que jugar mejor y ganar».
«Sigo pensando, y sé que buena parte del Estado español no estará de acuerdo, que en estos años que soy entrenador no es ningún referente el tema arbitral, ni tema de partida ni cosa partidaria en nuestra forma de trabajar. Si quieren pensar que el Barcelona se queja, los estamentos son peligrosos». Además, destacó que las quejas arbitrales hacen daño al deporte y que lo que importa a la hora de ganar títulos es ser superior. «Lo que me incomoda es el tema de los árbitros, porque hacemos daño al deporte al ser todo sospecha. Si el Madrid tiene que ganar la Liga, que la gane. Que el Madrid juega bien aquí, felicidades, cojonudo. Nosotros jugamos muy bien allí», comentó.
Incluso recordó que las quejas no servirían de nada, y que hay problemas más importantes en la sociedad. «Quejarse es una pérdida de tiempo, contra los altavoces que hay perderemos siempre. Hay que jugar mejor. Hay cinco millones de parados como para quejarse aquí de los árbitros. No fotem tius (No fastidiéis tíos)», manifestó. «En estos cuatro años el club ha sido modélico en la victoria y la derrota. Hemos sido un ejemplo en la celebración, en general nos hemos comportado muy bien, y en la derrota y empate hemos sido impecables, como debe ser este club. Porque dejamos el legado a los jóvenes», dijo.
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