Recursos Humanos Digital. La piloto española Laia Sanz (Gas Gas) valora como «un éxito» su segundo triunfo en la categoría femenina en el Rally Dakar, a pesar de que sólo tuvo una rival en dicha clasificación, la también española Rosa Romero, y sueña con correr el mítico ‘raid’ sobre cuatro ruedas en un futuro.
«La falta de mujeres participantes es un problema porque al final se quita mérito a mi triunfo y es una lástima. El año pasado hubo más chicas, éste sólo dos, pero espero que el año que viene haya más competencia. Será más bonito para la lucha por el título», afirmó en una entrevista concedida a Europa Press.
La catalana no dudó en calificar como «un éxito» el poder revalidar el triunfo en féminas, pero sobre todo se centra en la clasificación general, donde repitió la posición 39 de 2011. «Sólo llegar es un gran éxito y acabar la 39 otra vez era muy complicado», apuntó.
Aunque tomó la salida en Mar del Plata (Argentina) con la firme intención de ascender en la general, no duda en sentirse muy satisfecha por las «circunstancias» a las que ha tenido que enfrentarse. «Había diez pilotos punteros más, me penalizaron con 40 minutos, con la caída perdí una hora y media. Si el año pasado lo hubiese hecho como éste, hubiese quedado entre los 30 mejores. Me ha pasado de todo y he quedado muy bien», recalcó.
A pesar de que ahora sólo piensa en desconectar, no descarta en poder dar el salto a las cuatro ruedas. «Encontrar un buen equipo para ir en moto y patrocinadores es complicado, pero para ir en coche hace falta cinco veces más. Me encantaría correr en coches, incluso más que hacerlo en moto, pero es muy complicado», explicó.
Sin embargo, Sanz confía en sus opciones. «Si me pongo a pensar, de pequeña no me hubiera creído que ahora llevaría ya dos Dakar. A mí los coches siempre me han gustado mucho», añadió a Europa Press.
SOBRE LA POLÉMICA CON DESPRES: «NO ME PARECE JUSTO»
Por otra parte, Sanz no dudó en criticar la decisión de la organización de devolver al francés Cyril Despres los ocho minutos que perdió en el barro, lo que terminó impidiendo a Marc Coma conquistar su cuarto título. «Interesa que haya lucha y deportivamente no me parece justo», apuntó.
«Dentro de la carrera no sabemos bien lo que está pasando, pero viendo las imágenes me parece fuerte. Una de las gracias del Dakar es superar los obstáculos si no parece que nos devolverán el tiempo por engancharnos en una duna y no es así. Si hubiese sido al revés no le hubiesen devuelto el tiempo a Marc», recalcó.
La de Corbera de Llobregat vivió la cara más amarga del Dakar con el fallecimiento en la primera etapa del motociclista argentino Jorge Martínez Boero. «Una muerte te toca un poco, el año pasado afortundamente no pasó nada. Es un golpe muy duro, te quedas tocado y empiezas a pensar demasiado», confesó a Europa Press.
En otro orden de cosas, calificó como «positivo» el haber acabado sola la carrera tras el abandono de su mochilero Marc Guasch porque ha podido demostrar que sabe «navegar». «El año pasado hubo muchos ratos que también iba sola, pero esta segunda semana he tenido que ser autosuficiente para demostrarme a mí misma que era posible», indicó.
La piloto reconoció que la crisis «afecta a todos» porque se necesita «mucho dinero» para ir al Dakar. «No sé como era antes de la crisis, pero creo que antes se encontraba más fácil patrocinadores y ahora es más complicado. Yo tengo suerte de tener un muy buen equipo, y patrocinadores personales que me ayudan. Pero es más complicado seguro. Hace diez años creo que era más fácil», valoró.
Por otra parte, celebró la inclusión de Perú en el recorrido de la pasada edición. «Ha sido muy positivo, me ha sorprendido mucho, al final tampoco hacíamos tantas dunas, era muy duro, pero sin dunas y las eché en falta hasta la llegada a Perú, que han sido etapas de desierto de verdad, con más navegación y parecidas a las dunas de Mauritania».
Por último, deseó «volver a África», objetivo que comparte con «la mayoría de pilotos» aunque lo ve casi imposible. «En Sudamérica hay otras cosas positivas, pero los que hemos soñado con el Dakar pensamos en una llegada al Lago Rosa, no a Lima o Buenos Aires, pero lo veo complicado. Allí el Dakar tiene una gran acogida y cada vez y como es normal, se mira más el negocio y el márketing y allí es más fácil para la organización», finalizó.
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