RRHH Digital. El año 2012 se saldará con tres millones de desempleados más en todo el mundo, hasta los 200 millones, aunque si el crecimiento mundial cae por debajo del 2% el total mundial de desempleados podría aumentar más rápidamente y superar los 204 millones ese mismo año.
Así lo señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe sobre las tendencias del empleo, donde alerta de que, en ese caso, se superarían los 209 millones de parados en el año 2013.
Sin embargo, también afirma que si el escenario económico es finalmente más benigno e incluye una rápida solución a la crisis de deuda, las cifras mejorarían y en 2012 habría dos millones de parados más y no tres, aunque la tasa de desempleo mundial seguirá estancada en el 6%.
Con todo, asegura que el empleo mundial lleva un retraso de 200 millones de puestos de trabajo y que se necesitarán 400 millones de empleos más para evitar otro aumento del paro, con lo que el mundo deberá asumir el desafío de crear 600 millones de puestos de trabajo en el próximo decenio para generar un crecimiento sostenible.
Además, la fuerza de trabajo mundial cuenta con casi 29 millones de personas menos que, si estuvieran disponibles para trabajar y buscaran empleo elevarían a 225 millones el número de desempleados y al 6,9% la tasa de paro mundial.
La OIT asegura que la recuperación que empezó en 2009 ha sido «efímera y superficial» y aunque solo algunos países atraviesan problemas económicos y fiscales graves a largo plazo, la economía mundial ha experimentado un rápido debilitamiento y se alejó aún más de la tendencia anterior a la crisis.
«Es bastante evidente una posible recaída en la recesión», alerta, tras asegurar que hay tres etapas diferenciadas en la crisis: la primera de medidas de estímulo, la segunda de medidas de austeridad para luchar contra el déficit y la tercera que podría llegar ahora y que se caracterizaría por una segunda caída del crecimiento y del empleo que agudizaría la grave perturbación del mercado de trabajo.
En esta tercera etapa se producirá una «grave» reducción del espacio político, ya que las condiciones crediticias han vuelto a endurecerse ante un panorama «extremadamente incierto» y el alto nivel de deuda pública ha debilitado la capacidad de los países para ejecutar programas de estímulo.
PIDE ACCIONES COORDINADAS
En este sentido, la OIT señala que una acción coordinada por parte de los responsables de formular las políticas públicas de las economía avanzadas y las emergentes permitiría que la economía mundial atajaría otra desaceleración económica mundial.
De la misma forma, considera preciso robustecer los incentivos para que la recuperación de la inversión sea más rápida para colmar por completo la brecha de empleo abierta por la crisis, al tiempo que apuesta por una reparación y regulación «más sustancial» del sistema financiero para restablecer la confianza.
MEDIDAS DE ESTÍMULO QUE NO SUBAN LA DEUDA
Con todo, cree que lo más necesario es «centrarse en la economía real para apoyar el crecimiento del empleo», admite la necesidad de revaluar la utilidad de las medidas de política que no han sido acertadas y asegura que las medidas de apoyo público por sí solas no bastarán para impulsar una recuperación sostenida.
En este sentido, cree que los formuladores de políticas deben actuar «con determinación y de modo coordinado» para reducir el temor y la incertidumbre que obstaculiza la inversión privada con medidas que de estímulo efectivas que no incremente la deuda pública para no poner en peligro la sostenibilidad de las finanzas..
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