RRHH Digital. Más de dos millones de trabajadores autónomos en España ejercen su actividad en el ámbito de los servicios y según el informe de indicadores de actividad del Instituto Nacional de Estadística, publicado en enero, la cifra de negocios en este sector experimenta una variación interanual de -2,6% en noviembre, dos décimas por encima de la registrada en octubre. Este dato sigue siendo demoledor para las expectativas de rentabilidad de la mayoría de los autónomos, según la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA España).
Según el mencionado informe, todos los sectores de actividad, a excepción de las actividades profesionales, científicas y técnicas, experimentan una caída en su cifra de negocios. Una vez más, es el comercio de equipos para las tecnologías de la información y comunicaciones la que sufre una variación negativa más preocupante, con un -10,5%, seguida por la venta y reparación de vehículos, con una tasa negativa del -9,7%. El sector del comercio al por menor experimenta una variación anual en su cifra de negocios del -3,7%.
Respecto a la evolución del personal ocupado, el sector servicios experimenta una tasa interanual del -1,4%, el sector de venta y reparación de vehículos presenta una cifra de -4,6%. Curiosamente, y a pesar del aumento en su cifra de negocios, las actividades profesionales, científicas y técnicas desciende en su cifra de personal ocupado en un 2,2%. Una vez más, el comercio demuestra que es el único sector de contrata estable, descendiendo en la tasa de personal ocupado solamente un 0,8% a pesar de su importante reducción en la cifra de negocios.
Estos datos demuestran que seguimos en las mismas condiciones de falta de consumo y de financiación. “Lamentablemente, las últimas medidas de subidas de impuestos, la previsión de recesión para 2012 y las pocas perspectivas de creación de empleo no incitan a la mejora”, aclara César García, secretario de Política Sectorial de UPTA España.
“En esta nueva etapa será imprescindible que se pongan en marcha políticas activas de protección de los autónomos, planes específicos de apoyo a los sectores y mejora en la fiscalidad. La eficacia que pueda tener una nueva Ley de Emprendedores, tal y como el Gobierno está anunciando, quedará limitada si no protegemos el tejido autónomo ya constituido”, concluye García.
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