RRHH Digital. El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, augura que este primer semestre será «duro» en términos económicos, ya que además de situaciones como el ERE anunciado por Teka –que afecta a unos 200 trabajadores–, el Gobierno maneja unos pronósticos que incluyen el incremento de la cifra de desempleados por encima de los 50.000 o cerrar el año con un déficit del 1,6%.
Así lo ha manifestado Diego en una entrevista en la Cadena Ser recogida por Europa Press, en la que, no obstante, ha querido garantizar que, tras este momento de «dificultades», Cantabria tendrá «futuro» y será «halagüeño», ya que se trabaja en «mantener» el empleo y la estructura empresarial de la región, así como en «minimizar» los efectos de esta situación sobre la sociedad.
A este último objetivo responde la medida que de momento estudia el Gobierno de crear una prestación económica para los casi 20.000 parados de la región que no perciben ningún tipo de prestación para su subsistencia.
En política fiscal, Diego ha recordado que los objetivos de «transparencia» y «autoobservación» ya vienen reflejados en los presupuestos autonómicos, que se marcan límites de déficit por trimestres.
En cualquier caso, no habrá «probablemente» subidas del IRPF, mientras Cantabria aborda «ya» un Plan de Reequilibrio Financiero que es «imperativo» del Estado.
Una de las premisas del Gobierno de Cantabria es que los ciudadanos no noten los recortes de la Administración, y a él responden medidas como las políticas de ahorro en sus edificios, que implican, por ejemplo, conversaciones para el uso del de Banco de España –ahora vacío– o de la sede de Correos, que se trasladará, junto a nuevos usos al edificio de Tabacalera en la calle Alta, que es propiedad del Ejecutivo.
En este sentido, Diego ha incidido en que esos recortes también afectan a la Universidad de Cantabria, que debe «adaptarse», «como cualquier ciudadano», a la «reducción de costes» que, como es el caso del personal o las aulas, financia el Gobierno regional, matizando que esta situación no ha afectado ni a la calidad de la docencia ni a la investigación.
PLAN EÓLICO, AVE Y VALDECILLA
De cara al futuro, se trabaja en cuestiones como «definir» el plan eólico, algo que, ha precisado, «Cantabria no tiene», pues lo que se aprobó y adjudicó la legislatura pasada fue un concurso de asignación de potencia que «llenó a las empresas de incertidumbres jurídicas y nudos gordianos» que el Gobierno intenta ahora «soltar», en parte porque «buena parte» de la previsión de megavatios manejada era un «decorado», una «filfa».
Paralelamente, el gabinete de Diego se ha marcado el objetivo de avanzar en la tramitación administrativa de la llegada del tren de alta velocidad a Cantabria, proyecto no descartado para un futuro, y en el que, ante los problemas de financiación, lo que se quiere es «preparar su construcción», mientras se apuesta por el arreglo de la catenaria en la red tradicional.
Aunque la principal reivindicación de Cantabria ante el Estado es la financiación del Hospital Valdecilla, asunto que Diego abordó esta semana con la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ana Mato, cuando este asistió a Santander a la toma de posesión del nuevo delegado de Gobierno en Cantabria.
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