Recursos Humanos Digital. Ocho de cada diez empresarios son pesimistas sobre la evolución de la economía en el año 2012 y un 28% de las empresas se plantea nuevos despidos ante la escasez de la demanda, crédito y liquidez, según el barómetro de confianza empresarial de Grant Thornton.
Así, la mayoría de los empresarios cree que el año 2012 podría ser tan «temible» como el 2009, cuando la crisis mostró toda su «crudeza», ya que el barómetro de Grant Thornton alcanzó en el último trimestre de 2011 los 62 puntos negativos, cerca de los 65 puntos registrados al inicio de 2009.
Más difícil todavía
Según el director general de Grant Thornton, José María Fernández, el estudio, que se realizó antes de la toma de posesión del nuevo Gobierno, refleja que las empresas ya eran conscientes de que 2012 no sólo no sería el año de la recuperación, sino que además sería más difícil que 2011.
Además, Fernández asegura que los empresarios dan por descontado que las medidas y reformas del nuevo Gobierno, necesarias para recuperar la confianza de los mercados, supondrán «fuertes ajustes y sacrificios» y no tendrán efectos en el corto plazo.
En concreto, el 79% es algo o muy pesimista sobre la situación económica, frente al 54% que lo era en el tercer trimestre de 2011. Esto provoca que las expectativas de las empresas en cuanto a facturación y beneficios se desplomen en la última parte del año.
Así, son más los que esperan descensos en el empleo que los que esperan aumentos (-16 puntos), lo mismo que ocurre con los precios de ventas (-12 puntos), la facturación (-9 puntos) y, consecuentemente, los beneficios (-10 puntos).
Como armas para hacer frente a la situación, Fernández señala que las empresas tratarán de incrementar sus esfuerzos exportadores y su inversión en medios de producción e I+D+i, aunque también en este trimestre cae la capacidad de hacer frente a estas inversiones, dada la «asfixiante» restricción del crédito.
Más recortes en plantilla
En el empleo, un 28% de los empresarios prevén recortes en sus plantillas durante 2012 mientras que sólo un 12% se plantea nuevas contrataciones. Se revierte así la tendencia de trimestres anteriores en los que la compensación entre los que se planteaban contratar y los que temían recortes apuntaba, al menos, a una estabilización del desempleo.
Las dificultades que más señalan las empresas desde el inicio de la crisis son la reducción de la demanda, la escasez de financiación a largo plazo y la escasez de capital circulante, consideradas importantes obstáculos para sus negocios por un 46% de los encuestados, lo que indica un agravamiento respecto al tercer trimestre.
Los empresarios españoles comparten con el resto de europeos la preocupación por la reducción de la demanda como principal problema, aunque para las empresas europeas la siguiente dificultad en importancia es la regulación y la burocracia (señalada por el 35%), un tema que inquieta menos a los empresarios españoles (23%). Otro aspecto que preocupa en Europa, la escasez de personal cualificado, sólo constituye un problema para el 13% de las empresas españolas.
El pesimismo aumenta en Europa
Según el estudio, en Europa continúa el «drástico» descenso del optimismo empresarial registrado en el tercer trimestre y que ya arroja un balance medio negativo de 17 puntos negativos. Alemania, y en menor medida Polonia, son los dos únicos países de la UE en los que el balance de optimismo de los empresarios aún permanece en terreno positivo.
En el resto de Europa, incluidos Francia, Italia y Reino Unido, las perspectivas de las empresas tanto para sus propios negocios como para sus respectivas economías nacionales, han sufrido un brusco descenso desde posiciones (confirmadas por los datos de crecimiento) que contemplaban una recuperación gradual durante 2010 y 2011.
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