RRHH Digital. La prohibición total de fumar ha sido «muy negativa y enormemente dañina» para la caja de los establecimientos de hostelería, más en unos locales que en otros. Eso sí, Sanidad ha conseguido lo que se pretendía; que hayan menos fumadores en la Región de Murcia y, por tanto, menos enfermos.
Aunque no hay datos de todo el año que cuantifiquen cuál ha sido la pérdida de la facturación, Hostemur calcula que, en general, ronda el 20 ó el 30 por ciento.
La peor parte se la han llevado los bares de copas y locales de ocio nocturno, que se siguen quejando amargamente ya que el volumen de facturación ha descendido más de un 30 por ciento. Si bien es verdad, señalan, que «el gasto destinado a ocio nocturno es el que más se ha visto reducido como consecuencia de la crisis».
Con respecto a los restaurantes, las pérdidas oscilan entre el 20% y el 30 por ciento, según los casos. Los empresarios han constatado que la sobremesa se ha reducido «a la mínima expresión».
Es decir, explican en un comunicado de prensa remitido a Europa Press, «los clientes comen y se van, por lo que el consumo relacionado con los dulces como el café, los chupitos o las copas se ha eliminado por completo».
Una situación semejante a los salones de celebraciones. Por ejemplo, la facturación derivada de las barras libres ha descendido más de un 50 por ciento.
«A lo que hay que sumar el descontrol que generan los invitados que son fumadores, y que salen y entran constantemente en las bodas o comuniones. De este modo, rompen en ritmo de las celebraciones», señalan.
En bares y cafeterías el impacto también ha sido notable, aunque en estos casos las terrazas, sobre todo en el verano, han ayudado a mitigar los efectos de la medida. Los hosteleros cifran entre un 10 y un 15 por ciento las pérdidas de 2011 con respecto a 2010, aunque reconocen que no todo es achacable a la Ley Antitabaco.
Según los hosteleros murcianos «la ley ha concentrado los consumos en dos franjas horarias: el desayuno y el café de media tarde. Y son muchos los clientes que optan por tomar un café y cambian la tostada por un cigarrillo ya que así aprovechan mejor su tiempo fuera del horario laboral». En cambio, los establecimientos que menos han notado las consecuencias de la medida han sido los hoteles.
Los tres primeros meses del año fueron los peores, con un «impacto brutal» en la facturación. Después de ese primer trimestre «durísimo», las cosas se han ido «suavizando», porque los clientes se han ido adaptando y los empresarios han buscado alternativas. Pero aun así, se nota la pérdida de rentabilidad e ingresos.
ESPACIOS «EXCLUSIVOS»
Las terrazas son una de las opciones, pero según Hostemur, «la calle no es una alternativa para todos», porque hay establecimientos que, por su ubicación o por distintas circunstancias, no pueden instalar terrazas.
«Obviamente, las terrazas molestan a los vecinos, son incómodas haga frío o calor, y no dejan de ser un mal menor para paliar las pérdidas». Además, a veces es «físicamente imposible» instalar terrazas en las inmediaciones del establecimiento, por «mucha voluntad» que pongan los ayuntamientos de la Región.
Por eso, el sector sigue reclamando que se les permita habilitar espacios exclusivos solo para fumadores, a los que no accedan los niños, sin servicio de camareros, y donde los clientes que deseen fumar «no molesten a los demás».
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