RRHH Digital. Tras conocerse ayer que España cerró el año 2011 con 4,42 millones de desempleados es el momento de buscar soluciones. El Gobierno de Rajoy quiere amoldarse a las medidas europeas y concretamente a las alemanas, donde son muy habituales los miniempleos, una opción que en España sería respaldada por la mitad de los jóvenes. Es decir, trabajar a tiempo parcial por menos de 400 euros.
Los ciudadanos muestran un claro recelo ante el incremento de la flexibilidad laboral. Los datos de una encuesta de Sigma Dos para El Mundo reflejan que los españoles se oponen tanto al contrato único con una indemnización de veinte días como a que las empresas pueden descolgarse de los convenios colectivos tal y como pide la patronal.
La mitad de los encuestados, el 49,9%, está en «desacuerdo» con la propuesta de miniempleos. Pero cuando se pregunta a los más afectados la situación se da la vuelta: un 49,6% está a favor y sólo el 37,6% está en contra. Es decir, al menos la mitad de los jóvenes españole de hasta 30 años estarían dispuestos a cobrar menos por trabajar menos horas.
Esta medida es mejor recibida entre los votantes del PP. Unos 50% de éstos apoyaría los miniempleos. Del PSOE un 23% y de IU un 9, según la encuesta.
Los miniempleos fueron diseñados por el canciller alemán Gerhard Schröeder. En Alemania suponen un máximo salarial de 400 euros por 15 horas semanales de trabajo. Ahora bien, no se cotiza a la Seguridad Social por lo que no tiene seguro médico público. Destaca también que la cotización a las pensiones es mínima.
Las claves de los ‘minijobs’
Los miniempleos fueron creados en Alemania en el 2003 y consistes en puestos de baja calificación con un tope salarial y de horas a la semana. No se cotiza a la Seguridad Social y la pensión es mínima. Por eso esta opción ha sido muy criticada en la UE.
En Alemania unos 7,3 millones de personas tienen un miniempleo. Cobran una media de 250 euros al mes. La mayoría son mujeres y se usa sobre todo en comercio y hostelería. Muchos completan su salario bajo con subsidios.
Otros, según denuncian los sindicatos, cobran los 400 euros y el resto en negro. Además, no resuelven el problema del paro porque no crean puestos de trabajo y sólo redistribuyen los existentes. En la mayoría de los casos, a pesar de que se venden como una puerta al mercado laboral, no se convierten en empleos fijos y la mayoría encadena uno minitrabajo tras otro.
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