Recuros Humanos Digital. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha convocado una nueva cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE el próximo 30 de enero y ha anunciado que la reunión se centrará en el empleo. Será el primer Consejo Europeo en el que participe el nuevo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
«Estoy preparando esta reunión intensamente. Se centrará en el empleo, y esto es un gran desafío en un contexto en el que se espera un crecimiento cero en la mayoría de nuestras economías. En algunas de ellas habrá incluso recesión», ha dicho Van Rompuy en un videomensaje.
«Debemos adoptar medidas contundentes en materia de empleo», ha reclamado.
El presidente del Consejo Europeo ha subrayado además que «restaurar la estabilidad financiera en la eurozona sigue siendo absolutamente clave para nuestro futuro». A su juicio, la UE ha adoptado este año «importantes decisiones para superar la crisis de deuda», aunque ha admitido que «el camino es largo, más largo de lo esperado».
«Pero no debe haber ninguna duda, existe una voluntad política fundamental de avanzar en tanto que Unión, respetando plenamente la situación de cada cual. El legado de nuestros padres fundadores, un continente de paz, democracia y prosperidad, es demasiado impresionante. Tenemos la obligación moral de continuar esta misión, se lo debemos a los europeos», ha dicho.
DISCIPLINA FISCAL
Van Rompuy explicó la semana pasada que el próximo Consejo Europeo se dedicará también a ultimar el nuevo Tratado intergubernamental para endurecer la disciplina fiscal en la eurozona, que se acordó en la pasada cumbre del 8 y 9 de diciembre y en el que se espera que participen todos los Estados miembros, excepto Reino Unido.
Los representantes de los Estados miembros, la Comisión y la Eurocámara han discutido por primera vez este martes el borrador inicial del texto sin ningún resultado concreto. La próxima reunión se celebrará el 6 de enero, según han informado fuentes diplomáticas. La delegación británica participa pero sólo como observadora.
El objetivo de los líderes europeos es que el Tratado se firme a principios de marzo. Entrará en vigor cuando lo hayan ratificado 9 Estados de la eurozona, con lo que se evita que quede paralizado por problemas en ratificaciones parlamentarias o un posible referéndum en Italia.
El Tratado obliga a los Estados firmantes a introducir en sus Constituciones una regla de oro que limitará el déficit estructural anual al 0,5% del PIB y que incluirá mecanismos de corrección automáticos en caso de desvío. También prevé sanciones automáticas para los Estados miembros que superen el umbral del 3% de déficit salvo que una mayoría cualificada de países se oponga.
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