RRHH Digital. La Comisión Europea ha propuesto este lunes crear una «tarjeta profesional europea» para simplificar y acelerar los trámites de reconocimiento en toda la UE de las cualificaciones profesionales de los trabajadores y facilitar así su desplazamiento allí donde haya demanda de empleo.
La demanda de trabajadores muy cualificados aumentará de aquí a 2020 en más de 16 millones de puestos de trabajo en toda la UE, según las estimaciones de Bruselas. El Ejecutivo comunitario cree que parte de esta demanda se puede cubrir con profesionales «móviles y bien cualificados» de otros Estados miembros.
«Estoy convencido de que la idea de una tarjeta profesional europea es el camino correcto, ya que simplificará y agilizará los trámites de reconocimiento para los profesionales móviles», ha dicho el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, en un comunicado. «Esto será con seguridad beneficioso para el crecimiento de la economía europea», ha agregado.
La tarjeta adoptará la forma de un certificado electrónico profesional, que permitirá prestar servicios o establecerse en otro Estado miembro. Se proporcionará con arreglo a las necesidades expresadas por los profesionales. Hasta ahora han expresado un «gran interés» por utilizarla los profesionales de enfermería y los guías de montaña, según Bruselas.
La introducción de la tarjeta profesional europea es la principal novedad de la reforma de la directiva sobre cualificaciones que propone la Comisión. También se prevé crear un sistema de ventanilla única, que permitirá a los ciudadanos obtener información en un único lugar sobre los documentos necesarios para el reconocimiento de sus cualificaciones y hacer en línea todos los trámites de reconocimiento.
La reforma actualiza los requisitos mínimos de formación de médicos, dentistas, farmacéuticos, enfermeros, comadronas, cirujanos veterinarios y arquitectos, que se armonizaron hace 20 o 30 años, para reflejar la evolución de estas profesiones. Por ejemplo, el nivel de acceso para enfermeros y comadronas se ha actualizado ampliándolo de diez a doce años de enseñanza general.
La Comisión pide introducir un mecanismo de alerta para los profesionales sanitarios que se acojan al reconocimiento automático. Las autoridades competentes de un Estado miembro se verán obligadas a alertar a todos los demás países sobre un profesional sanitario al que una autoridad pública o un tribunal haya prohibido ejercer su actividad profesional.
Esto es especialmente importante, porque hay ejemplos de médicos a los que se ha prohibido ejercer en su Estado miembro de origen y que se desplazan al extranjero a trabajar, sin que los otros Estados miembros estén al corriente de la prohibición, según alerta el Ejecutivo comunitario.
Finalmente, Bruselas propone la introducción de marcos comunes de formación y de exámenes comunes para ampliar el mecanismo de reconocimiento automático a nuevas profesiones.
Los comentarios están cerrados.