Recursos Humanos Digital. El Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, integrado por 1.120 profesionales, han participado desde mayo en un curso destinado a optimizar su capacidad de intervención en fuegos que tengan lugar en interiores y espacios confinados.
El objetivo del curso es mejorar los procedimientos operativos y la puesta a punto de su destreza profesional, a la vez que revisar la disposición física de los profesionales para hacer frente a intervenciones de este tipo.
Además del perfeccionamiento de la formación teórica, cada bombero se ha sometido a dos pruebas prácticas. La primera, en un lugar cerrado y absolutamente a oscuras en el que era necesario moverse con un equipo de respiración autónoma debido al intenso humo que había en el interior. El profesional tuvo que moverse en una vivienda, con varias alturas, y de la que desconocía la distribución.
Tenía que encontrar víctimas atrapadas por el incendio y tomar las disposiciones necesarias para su evacuación. Además, la botella de respiración tenía una autonomía limitada.
La segunda prueba obligatoria fue la de rastrear una zona subterránea en la que previamente se había instalado una red de túneles hasta encontrar a dos personas en su interior.
Esta práctica sólo se puede hacer reptando por el interior de los túneles con la dificultad añadida, como en la prueba anterior, de que todo está absolutamente a oscuras y el bombero no conoce tampoco la distribución de la red de galerías. En estas circunstancias, debían buscar a ciegas a las víctimas y volver a encontrar la salida.
El curso se ha llevado a cabo en las instalaciones del parque de bomberos de la Comunidad de Madrid en Arganda del Rey. Duró cinco horas y complementa otro curso realizado en 2010 sobre utilización y manejo del equipo de respiración autónoma y técnicas de rastreo en espacios sin visibilidad, con humo sintético.
Los comentarios están cerrados.