RRHH Digital. UGT calcula que 1,7 millones de parados no tienen cobertura por desempleo, según el estudio sobre desempleo, colocaciones y prestaciones elaborado por el sindicato, que pone de manifiesto que la tasa de cobertura por paro ha descendido 7,2 puntos en solo un año, hasta cubrir al 60,5% de los actuales desempleados.
Según el sindicato, la crudeza de la crisis ha llevado a que más de la mitad de los parados lo sean de larga duración y que hayan perdido ya la protección por desempleo. «No son sólo cifras, son personas y un auténtico drama social. Más de 1.700.000 desempleados no tienen cobertura económica», subraya UGT.
Por ello, considera que la prioridad, desde el diálogo y la concertación, debe establecerse en recuperar la centralidad del empleo y la protección a los desempleados.
En el mes de octubre, añade el sindicato, se ha detectado un aumento del número de beneficiarios de prestaciones de desempleo contributivas, personas que durante este mes han perdido su empleo por diversas causas y solicitan las prestaciones que les corresponden.
La mayor parte, según el análisis de UGT, llegan a esta situación tras un despido. «Estas nuevas incorporaciones parecen indicar una segunda fase de destrucción de empleo en nuestro mercado de trabajo», advierte.
EN OCTUBRE, LOS BENEFICIARIOS CRECEN UN 2,6%
Según el informe, el número de beneficiarios de prestaciones ha crecido en octubre un 2,6% con respecto al mes anterior. De ellos, los beneficiarios de prestaciones contributivas han aumentado el 2,4%. Entre las causas, la primera es el cese por despido, que se ha incrementado en octubre casi el 22%.
No solo aumenta el volumen de beneficiarios, sino también las altas iniciales de prestaciones contributivas registradas en el mes, que crecieron un 14,3% respecto al mes anterior.
La mayor parte de los perceptores son hombres y siguen siendo los jóvenes los primeros más perjudicados, ya que el incremento del número de beneficiarios es mayor en el colectivo de menores de 25 años (el 8%).
Para UGT, recortar el gasto como forma de ajustar el presupuesto público solo sirve para «debilitar» aún más la economía, dificultando con ello las posibilidades de recuperación del empleo y la mejora la protección social. Por ello, insiste en un cambio en las recetas para salir de la crisis, así como actuar sobre las causas de la misma, haciendo que el crédito fluya e impulsando las políticas activas de empleo y la formación.
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