RRHH Digital. Casi 180.000 personas se encargan este 20N de atender las mesas electorales repartidas por todo el país en estas elecciones generales, una labor por la que cobrará cada una de ellas 62,61 euros. La cantidad, la misma que se cobró en las municipales y autonómicas de mayo, supone un incremento de 2,6 euros respecto a 2008, un 4,3 por ciento más.
Los ciudadanos son los responsables del funcionamiento de las casi 60.000 mesas que en esta ocasión se van a constituir para recoger los votos y para ello, los ayuntamientos han elegido por sorteo a los presidentes y vocales. Además de tener derecho a una dieta, los que sean trabajadores por cuenta ajena podrán reducir la jornada laboral del lunes 21 de noviembre en cinco horas.
La labor de todos ellos comienza el día de la votación a las 8 horas. La cita es para el presidente y los dos vocales elegidos, pero también para los suplentes (359.256 en todo el país), que tienen que acudir al colegio electoral por si fallan los titulares. Las mesas no se constituyen sin estos tres cargos y, si falta alguno, la Junta Electoral puede obligar a los primeros votantes que se acerquen a formar parte de la mesa.
En cada mesa habrá al menos dos urnas, una para votar al Congreso y otra para el Senado; además, en las localidades donde se celebren además elecciones municipales (porque no las celebraron en mayo o porque se ordenó su repetición), se colocará una tercera urna.
La votación comenzará a las 9 de la mañana y concluirá a las 8 de la tarde. A partir de ese momento, comienza el escrutinio, el recuento de votos, incluidos los que hayan sido enviados por correo desde España, que serán añadidos al resto. Primero se abren los sobres con las peletas al Congreso y, concluido este proceso, los del Senado.
VOTOS BLANCOS O NULOS
Además de elegir una candidatura, los ciudadanos pueden optar por votar en blanco. En el caso del Congreso, se considera voto en blanco el sobre que no contenga ninguna papeleta; en el Senado, a esta opción se suma otra, la de no señalar ningún candidato con una ‘x’.
Los miembros de las mesas rechazarán además los votos nulos, aquellos que no sean papeletas ni sobre no oficiales, las papeltas sin sobre, las que estén manipuladas de alguna forma, por ejemplo, escritas; también los sobres con papeletas de más de una candidatura (en el caso del Congreso) o las papeletas del Senado con más cruces de las obligatorias, más de tres (más de dos en el caso de Gran Canaria, Tenerife, Mallorca, Ceuta y Melilla, o más de uno en el caso de Menorca, Ibiza-Formentera, Fuerteventura, Gomera, El Hierro, Lanzarote y La Palma).
Concluido el recuento, los miembros de las mesas deben completar las actas y entregarlas donde corresponda: el presidente llevará a los juzgados de primera instancia o de paz el escrutino y un vocal esperará a que un funcionario de Correos recoja en el colegio electoral copia del acta de constitución de la mesa y de la sesión.
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