RRHH Digital. La vuelta del verano supuso un duro revés para el sector servicios, el principal motor de contratación de la provincia, pero nada hacía prever que octubre volviera con una nueva oleada de desempleo que ha dejado en la calle a casi 4.000 gaditanos más procedentes de la hostelería, el comercio o la limpieza. Las cifras que dio a conocer el Ministerio de Trabajo el pasado jueves devuelven al mercado laboral los peores temores de los años duros de la crisis. Cádiz vuelve a la senda de los 181.000 parados y nada parece indicar que pronto asomará la luz al final del túnel.
Y la calidad del empleo continúa deteriorándose. Las ocupaciones que mayor contratación generan son también las menos cualificadas y las que mayor índice de temporalidad arrastran. Camareros, personal de limpieza, albañiles, peones agrícolas y vendedores en tiendas. Todas ellas encabezan el ranking elaborado por el Observatorio de las Ocupaciones del Ministerio que ha incluido una tabla con las 50 más contratadas en su último informe provincial. La situación en el resto de Andalucía no dista demasiado del caso gaditano.
Curiosamente, todas ellas coinciden también con las que mayor paro acumulan y así aparecen en otra tabla similar sobre el desempleo. Eso ya da muestras de la estabilidad del mercado laboral gaditano. Estas cinco profesiones que encabezan la tabla sumaron 167.101 contratos de los 421.685 que se realizaron en la provincia a lo largo de 2010, en torno al 39% del total o lo que es lo mismo, uno de cada tres. La situación es parecida en el resto de la comunidad, especialmente en las provincias costeras.
«Las cifras son un reflejo de la situación en la provincia. La mayoría de los asalariados no ha pasado de la Secundaria y lo que se ofrece son opciones de poca formación», explica Miguel Abreu, secretario de Empleo de UGT Cádiz. Muchos de los trabajadores llegan a cambiar hasta tres veces de contrato, «lo que genera una enorme inestabilidad».
La temporalidad ha crecido, fundamentalmente en el sector servicios y la economía gaditana continúa apoyada en este pilar. También aumenta la reducción de la jornada laboral en hasta un 7,6%, tal como señala el informe del Observatorio. «Para continuar con este modelo, sería necesaria una mayor profesionalización e ir hacia un sector especializado de calidad, que sea capaz de crear puestos de trabajo más estables», señala.
Una de las mayores debilidades del mercado laboral gaditano, según destaca Abreu, es la tendencia a la desindustrialización, lo que pone en riesgo vías de contratación seguras. Resalta que «la industria tiene convenios más altos y genera un empleo cualificado y de menos rotación».
La situación ya viene de lejos y la crisis no ha hecho más que agravarla. El secretario de Empleo de CCOO Cádiz, Manuel Campoy, indica que a pesar de que los servicios generen el mayor número de contratos, «son de poco tiempo, a veces incluso por pocas horas al día». «Es habitual ver a muchos jóvenes contratados a media jornada que la completan sin cobrarla», resalta. Son casos claros de abuso, pero «cuando la duración de un trabajo no va más allá de un mes o un trimestre, muy pocos llegan a denunciarlo». El incremento del desempleo también ha hecho crecer el temor entre los asalariados.
Negociación colectiva
La negociación colectiva vive sus peores momentos, con un gran volumen de convenios atascados. El responsable de Empleo de CCOO pone como ejemplo el de panadería, la limpieza, o el transporte por carretera, para los que sentarse a discutir mejoras en las condiciones «resulta verdaderamente complicado».
Dada la situación, la movilidad geográfica no ha dejado de crecer, especialmente desde que el paro inició su escalada. A lo largo del año pasado 64.727 trabajadores salieron fuera en busca de mejores oportunidades. Por el contrario, Cádiz apenas pudo dar empleo a 26.776 procedentes de otras zonas, tal como recoge el estudio. Eso la convierte en una de las provincias que más mano de obra pierde.
Y el principal problema es cuando se trata de personal de alta cualificación. El gerente del Colegio de Economistas, Javier Fernández, hace hincapié en la importancia de la formación. «Los trabajadores, por lo general, no pasan de la Secundaria y, por mucho que cambiara el modelo productivo y se crearan puestos especializados, no habría la suficiente formación para ocuparlos», indicó. Precisamente uno de los aspectos positivos de la crisis es ese giro hacia la educación y la preocupación de los desempleados de mejorar su nivel formativo y especializarse. Fernández recuerda que «es una carencia que arrastra Cádiz y que es necesario solventar».
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