RRHH Digital. La marcha de la aerolínea irlandesa Ryanair del aeropuerto de Reus a partir del 6 de noviembre supondrá que un total de 88 trabajadores se quedarán en el paro directamente, aunque los empleos indirectos relacionados ascenderán hasta los 300, según fuentes sindicales del aeródromo.
El aeropuerto de Reus es hoy un erial sin apenas movimiento después de que este pasado fin de semana dejaran de operar los últimos vuelos comerciales programados por la aerolínea irlandesa Ryanair, que sólo ha mantenido para esta semana sus tres rutas a Dublín del jueves y el fin de semana, por lo que el 6 de noviembre la soledad reinará en sus instalaciones.
Después de que ayer la compañía chárter Thomas Cook operara sus últimos vuelos a Newcastle y Manchester (Reino Unido), y tras la marcha de Ryanair hasta finales de marzo -si se cumplen las previsiones-, se ven afectados 60 empleados de tierra de Lesma Handling -los 20 fijos, con el compromiso de readmisión si vuelve Ryanair-, pero también una treintena más de otras empresas de servicios que tienen sus instalaciones en el aeropuerto de Reus. Por ello, estas fuentes sindicales cifran en unos 300 los trabajadores afectados si a los del aeropuerto se suma el personal de hoteles, restaurantes y zonas de ocio.
Por su parte, la Generalitat mantendrá vigente el convenio firmado con la compañía de bajo coste Ryanair mientras ésta opere la mitad de los vuelos previstos en el contrato, aunque le pagará según el número de operaciones, y dedicará los 3,5 millones de euros anuales que recibía la aerolínea irlandesa a intentar buscar nuevos clientes.
Críticas de Recoder al tripartito
Pero el aeropuerto de Reus no es el único aeródromo catalán afectado por la crisis y por los recortes de Ryanair. La compañía irlandesa, que prácticamente monopoliza el aeropuerto de Gerona, ha vuelto a realizar un nuevo recorte en su número de operaciones desde esta instalación con motivo del inicio de la temporada de invierno.
Esta aerolínea de bajo coste realizará una media de 174 operaciones semanales en este periodo que concluirá el 25 de marzo, mientras que la cifra era de más de 250 en el mismo periodo de hace un año.
Los responsables de Ryanair firmaron un preacuerdo con el anterior gobierno catalán que debía ser ratificado por el que salió de las últimas elecciones. La compañía irlandesa ingresaría anualmente 7,5 millones de euros a cambio de transportar cuatro millones de pasajeros, pero el deseo de renegociar estas condiciones por parte del nuevo Ejecutivo provocó el enfado de la otra parte, que dobló el montante económico de la petición y redujo en un millón el número de turistas.
Desde la Generalitat, tanto el conseller Lluís Recoder como el secretario general de Transportes, Ricard Font, han calificado estas nuevas condiciones de inasumibles y Ryanair ha recortado desde entonces sus frecuencias y rutas desde Girona como medida de presión.
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