Recursos Humanos Digital. El pleno del Parlamento Europeo ha pedido este martes a todos los Estados de la UE que abran sus mercados laborales a los ciudadanos búlgaros y rumanos antes de que acabe el año, en lugar de en 2013 que prevé su Tratado de adhesión. La resolución critica las iniciativas de algunos países para limitar el acceso de estos trabajadores, como ha hecho España, y piden a la Comisión que las investigue, aunque no citan a ningún país.
Los parlamentarios denuncian que los obstáculos existentes con respecto a la libre circulación de trabajadores búlgaros y rumanos en la UE «imponen dobles criterios, son contraproducentes y constituyen medidas discriminatorias contra ciudadanos europeos».
Por eso, los diputados solicitan a los Estados miembros que mantienen límites al acceso al mercado laboral para los ciudadanos rumanos y búlgaros «que levanten estas restricciones a finales de 2011».
España abrió su mercado de trabajo a los ciudadanos búlgaros y rumanos el 1 de enero de 2009. Sin embargo, el pasado 28 de julio el Gobierno pidió restringir el mercado laboral español a los trabajadores rumanos hasta el 31 de diciembre de 2012, debido al impacto de la crisis. La Comisión Europea aprobó esta solicitud el 11 de agosto.
La Eurocámara pide a Bruselas y a los países de la UE que «se abstengan de imponer a cualquier Estado miembro actual o futuro país candidato medidas transitorias que restrinjan la libre circulación de trabajadores y afecten negativamente a la competitividad de los mercados laborales de la UE».
Los Estados miembros pueden aplicar restricciones a la libre circulación de los trabajadores procedentes de un nuevo miembro de la UE durante un periodo transitorio de hasta siete años a partir de la fecha de adhesión.
El ponente del informe, el diputado rumano Traian Ungureanu (PPE), señaló en el debate previo al voto que «las cifras oficiales, incluidas las de la Comisión, demuestran que los trabajadores del este de Europa no generan desempleo y no añaden nuevas cargas a los sistemas de seguridad social. Al contrario, el flujo de trabajadores trajo un crecimiento a los países de destino cercano al 1% del PIB».
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