Steve Jobs, un hombre que desde Apple transformó el mundo de la computación, la música y la telefonía móvil, murió el miércoles a los 56 años tras una dura batalla contra el cáncer de páncreas.
«Steve murió en paz, rodeado por su familia», dijeron en un comunicado sus familiares más cercanos, que añadieron que se creará un sitio de internet para quienes quieran homenajear a quien es considerado uno de los empresarios más exitosos de los últimos 25 años.
La página de la compañía, Apple.com, mostraba una fotografía en blanco y negro de Jobs con la leyenda «Steve Jobs, 1955-2011».
«La brillantez, pasión y energía de Steve fueron la fuente de incontables innovaciones que enriquecieron y mejoraron nuestras vidas. El mundo está infinitamente mejor debido a Steve», dijo Apple en un comunicado con el anuncio del fallecimiento.
El símbolo de Silicon Valley, quien presentó al mundo el iPod y el iPhone, había renunciado en agosto como consejero delegado de una de las mayores firmas mundiales de tecnología y entregó el mando a Tim Cook.
«Creo que la mitad del mundo se enteró sobre su muerte en un dispositivo de Apple», dijo Robbie Sokolowsky, un empleado de una empresa de ventas online de 32 años, que encendió una vela frente a la puerta de una tienda Apple en Nueva York.
La salud de Jobs fue un tema polémico durante años. Su batalla contra una forma de cáncer de páncreas poco habitual fue una gran preocupación tanto para los fans de Apple, como para los inversores y el consejo de administración de la compañía.
Ahora, pese a la confianza de los inversores en Cook, continúan los interrogantes sobre si la compañía seguirá siendo una fuerza creativa en el mercado más allá del próximo año sin su fundador y visionario al frente.
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