RRHH Digital. Trabajadores del sector público de Grecia han iniciado este miércoles una huelga de 24 horas para protestar por las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno para evitar una bancarrota nacional, dejando aviones en tierra, servicios de tren paralizados y oficinas de Hacienda cerradas.
Los hospitales funcionan con el personal mínimo y algunos colegios públicos están cerrados. En el aeropuerto de Atenas se han cancelado más de 400 vuelos nacionales e internacionales, según ha precisado una portavoz del aeródromo.
Ésta es la primera huelga de ámbito nacional en Grecia contra los recortes salariales y los despidos recomendados por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Unos 1.000 policías se desplegarán en el centro de la capital griega, según ha indicado un agente.
La Confederación de Funcionarios (ADEDY) y la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE) prevé que cientos de miles de personas se sumarán al paro y varios miles saldrán a la calle a manifestarse mientras los inspectores de la UE y el FMI revisan las finanzas públicas griegas para decidir si hacen una nueva entrega del primer paquete de ayuda que se aprobó para que el Estado pueda pagar salarios y facturas.
Los empleados del sector público están especialmente disgustados por un plan según el cual 30.000 de ellos se acogerán a un retiro incentivado, comenzando este año. Serán «trabajadores en la reserva», lo que significa que recibirán un sueldo menor y dispondrán de un plazo de al menos doce meses para encontrar otro empleo o ser despedidos.
El portavoz de la GSEE, Stathis Anestis, ha declarado a la agencia Reuters que «desgraciadamente, las nuevas medidas solo están ampliando unas políticas injustas y brutales que esquilman los derechos y los ingresos de los trabajadores y empujan aún más a la economía hacia la recesión y el endeudamiento».
«Con esta huelga, el Gobierno, la UE y el FMI se verán obligados a reconsiderar estas desastrosas políticas», ha añadido.
Pese a la subida de los impuestos y el recorte de los gastos, el Gobierno griego anunció esta semana que no cumplirá los objetivos de reducción del déficit para 2011, establecidos como condición para que reciba un paquete de rescate que evite la bancarrota.
El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, advirtió este martes de que este año la situación de las finanzas públicas seguirá empeorando si no se realizan las reformas necesarias y no hay «cohesión nacional y solidaridad».
PROTESTA JUNTO AL PARLAMENTO
Trabajadores del sector público, estudiantes y pensionistas se dirigirán este miércoles a la plaza Sintagma, en el centro de Atenas, y protestarán junto al Parlamento. Además, el Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME), un centro de coordinación de los sindicatos griegos, llevará a cabo otra manifestación.
En las protestas de Atenas van a participar también sindicatos de la Policía, los Bomberos y la Guardia Costera. También se sumarán al paro empleados de empresas de servicios públicos que van a ser privatizadas, como los trabajadores de los puertos de Pireo y Tesalónica o los de la Corporación Eléctrica Pública.
El sindicalista Fani Gourgouri, que trabaja en el puerto de Tesalónica, ha afirmado que «el Gobierno se ha dejado llevar por el pánico y no tiene ninguna estrategia». «Estas medidas están extendiendo la pobreza. Nosotros estaríamos dispuestos a asumir el coste y decir ‘sí’ a la austeridad si llevasen a cabo reformas que generasen empleo, en lugar de reducirlo», ha explicado.
Los principales sindicatos griegos, que representan a cerca de la mitad de los cinco millones de trabajadores que hay en el país, han realizado numerosas huelgas desde que Atenas pidió a la UE y al FMI un rescate de 110.000 millones de euros el año pasado. Han convocado una huelga general para el próximo 19 de octubre.
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