RRHH Digital. La reforma del sistema de pensiones es «insuficiente» porque puede frenar el crecimiento del gasto hasta 2027 y evitar la aparición de déficits estructurales durante la próxima década, pero a partir de entonces el gasto y el déficit volverán a aumentar en ausencia de reformas adicionales, según un informe del Servicio de Estudios del BBVA (BBVA Research).
De hecho, las principales medidas recogidas en la propuesta, la elevación de la edad legal de jubilación a 67 años o la ampliación del periodo de cómputo de 15 a 25 años de la vida laboral, se traducirán en una reducción del gasto del orden de dos puntos del PIB en el año 2027, que aumentaría hasta casi cuatro a mediados de siglo en su cuota superior.
Sin embargo, el informe ‘La reforma de las pensiones públicas en España dentro del marco europeo’ de la entidad financiera, asegura que los efectos a largo plazo serán algo menores (3,25 puntos) por las excepciones que contempla la reforma.
La estimación del BBVA es ligeramente diferente a otras, como la del Ministerio de Economía y Hacienda, que cifra en el ahorro de la reforma en el 2,50% del PIB y en el 3,50% si se tiene en cuenta el factor de sostenibilidad, o la del Banco de España, que se sitúa en el 2,84% del PIB.
A modo de valoración, BBVA Research considera «muy positivo» el acuerdo al que llegaron los agentes sociales el pasado mes de enero para sacar adelante esta reforma, al tiempo que asegura que la reforma tiene contenido y avanza en la dirección correcta al aumentar la contributividad del sistema y contener el aumento del gasto.
Sin embargo, también aumenta la complejidad del sistema y «muy probablemente» resulte «insuficiente». «Nos compra tiempo para hacer reformas más profundas, pero no resuelve definitivamente el problema de largo plazo», señala el informe.
De hecho, cree que dada la incertidumbre que existe, la introducción del conocido como factor de sostenibilidad debería anticiparse para disponer de instrumentos que permitan modular el ritmo y el alcance de la reforma si la situación así lo exige antes del final del periodo transitorio.
Asimismo, considera que, en contra de lo que sugiere el acuerdo, los ajustes no deberían ligarse sólo a la evolución de la esperanza de vida, sino que deberían considerarse otros, como la tasa de dependencia, que tienen un efecto muy directo sobre la salud financiera del sistema de pensiones.
UNA REFORMA «INEVITABLE»
A pesar de todo, afirma que la reforma era «inevitable» por motivos demográficos y ve «muy positivo» que se haya abierto un debate público sobre este tema y que se haya roto el tabú de «la intocabilidad» de la edad de jubilación. «Esto abre camino a nuevas reformas que seguramente serán necesarias en el futuro», explica.
Además, subraya que sería «importante» mantener el debate abierto sobre una base de mayor transparencia para ofrecer «más y mejor» información a los cotizantes sobre las contribuciones acumuladas y pensiones futuras, de manera que puedan tomar decisiones sobre cómo preparar su jubilación y para que sean conscientes del nexo entre contribuciones y prestaciones.
De la misma forma, resalta la importancia de ofrecer «más y mejor» información a los ciudadanos sobre las previsiones de ingresos y gastos futuros, ya que deben ser conscientes de que la única alternativa real a una reforma gradual ahora es una reforma de urgencia en el futuro que sería «más traumática».
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