RRHH Digital. El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha defendido este miércoles en el Congreso que el Gobierno «respeta» los acuerdos alcanzados con CiU y PNV para retocar la reforma de la negociación colectiva, pero ha añadido que no podía aceptarse una «configuración» que «no respetara el equilibrio» entre convenios empresariales y estatales introduciendo la prevalencia de los autonómicos, máxime si afectaban a un «ámbito fundamental» como es el de la ultraactividad.
«Efectivamente, estas son las cuestiones que nos han separado», ha admitido Gómez durante la sesión de control al Gobierno en respuesta al portavoz de empleo de CiU, Carles Campuzano, pero ha indicado que el «deseo» del Ejecutivo era tramitarlo como proyecto de ley.
En cualquier caso, el PSOE se comprometió a esto con CiU y PNV para sacar adelante el decreto ley aprobado en junio, si bien el anticipo de las elecciones y la disolución de las Cortes han impedido culminar la tramitación de la norma, que se aplazó hasta este mes de septiembre, fijando el primer plazo de enmiendas para el pasado sábado, día 10.
En su momento, el Gobierno justificó este retraso para poder negociar las enmiendas, tanto con los nacionalistas vascos y catalanes como con los agentes sociales. Eso sí, el decreto ley original entró en vigor desde el momento de su publicación en el BOE.
En cualquier caso, Gómez ha recalcado que el Gobierno ha tratado de ser lo «más riguroso posible» en el diseño de esta norma tras el fracaso del diálogo social, con el objeto de permitir la adaptación de las empresas a las condiciones productivas pero manteniendo los equilibrios entre las partes y resolviendo la «disfunción» que supone la relación entre convenios de empresa y los estatales, apuntando que introducir los autonómicos hubiera desbaratado el plan del Ejecutivo.
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