RRHH Digital. Trabajadores de la Universidad de Deusto han denunciado, en una concentración celebrada con motivo del inicio del curso académico, la «congelación salarial permanente» aplicada desde 2008 por la dirección «de forma unilateral», así como el «oscurantismo en las cuentas y gastos» del centro académico.
Los concentrados han asegurado que, mediante el llamado Plan Individualizado de Dedicación Académica (PIDA) para el Personal Docente e Investigador (PDI), «se ha institucionalizado la congelación permanente del sueldo base», que «ha supuesto y supone una gran pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores de la Universidad de Deusto, así como una merma de sus futuras prestaciones sociales».
Según el comité, la Universidad «no sólo ahorra en los costes salariales directos», sino que «rebaja también sus cotizaciones a la Seguridad Social». Además, ha advertido de que este sistema se pretende trasladar al personal de administración y Servicios (PAS).
También ha recordado que, «en numerosas ocasiones», ha reclamado la presentación de «unas cuentas detalladas», en relación a la memoria económica anual, cuentas auditadas, informe de gestión, estado de flujos de caja, estado de cambios de patrimonio neto y un mayor detalle de las operaciones financieras de las obras realizadas en Deusto y de las ayudas percibidas por ello, «a lo que la dirección siempre se ha negado».
El comité ha dicho desconocer las condiciones en las que se obtiene el dinero público «para financiar las aparatosas y costosas obras de infraestructura que se están acometiendo» y que, «en cualquier caso, libera a la Universidad de unas cargas que, en caso contrario, debería asumir con fondos propios».
La representación sindical ha rechazado, asimismo, «la opacidad en materia de adjudicación de asignaturas, concesión de puestos de gestión, multiplicación de puestos directivos», procesos que, según ha dicho, están «sometidos a la más absoluta discrecionalidad y que no parecen responder siempre a criterios de méritos y eficiencia».
El comité también ha censurado «la tendencia creciente de la dirección a rebajar el contenido de los contratos ofrecidos a su personal cualificado para reducir costes salariales», así como «la discrecionalidad con la que tiende a gestionar dichos contratos». En este sentido, ha reiterado su «rechazo a la multiplicación de contratos a tiempo parcial con baja retribución y menor cotización a la Seguridad Social, contratos de fin de obra continuados».
«Estas prácticas laborales, que transcurren paralelamente a un estilo de dirección cada vez más jerárquico y autoritario, tienen difícil encaje con el discurso oficial mantenido públicamente en torno avalores, ética y responsabilidad social», ha concluido.
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